6 situaciones que vivirás durante la compra del vestido de novia

Hoy no hablaremos de cortes, siluetas, escotes, telas o bordados. Hoy tocaremos las fibras emocionales que las chicas viven en el proceso de comprar su vestido y es completamente natural sentir tantas cosas al mismo tiempo. Te contaremos cuáles son y nos dirás si estamos en lo cierto.

1. Tú y las tendencias

El universo nupcial se mueve por la moda, la moda dicta tendencias cada temporada y las tendencias a veces no son bondadosas ni generosas con el cuerpo de las mujeres reales.

Por supuesto que como novia habrás visto revistas, portales de moda de novias y llegas con uno que otro modelito en tu cabeza que consideras puede ser el elegido para lucir como toda una novia de vanguardia, pero al momento de medírtelo quizás ese estilo no va con tu cuerpo y sentirás algo de decepción puesto que tendrás que comenzar la búsqueda desde cero.

No decaigas, sigue buscando que seguro encontrarás el diseño perfecto para ti, con el que te sentirás una verdadera princesa y una vez puesto el vestido ideal tu corazón no parará de latir.

2. El mágico mundo de las redes sociales no es tu probador

Seguro ya sigues a varias cuentas en Instagram y en Pinterest, tienes en la mira a varios diseños pero una vez ingresas al probador no luces como las modelos. Nuevamente llega la desesperanza, pues lo que ves no se parece a lo que te ha sorprendido en redes sociales.

¡Y por supuesto que no! estás en un probador frío, sin las luces adecuadas, sin invitados, sin novio que te esté esperando en el altar, sin flores ni toda la magia de un verdadero matrimonio.

Debes estar en calma, concentrada y atenta a que los diseños que te pruebas reflejen tu personalidad, te sientas cómoda y haga resaltar tu belleza. Lo demás llegará en el gran día como un conjunto armonioso y solo allí, ese día tendrás fotos iguales o mejores a las que has visto en esas cuentas mágicas de redes sociales.

3. Tu vestido no será “el vestido” para toda la humanidad

Llega a tu cita de probarte vestidos con la mente abierta para recibir propuestas de diseños tradicionales o de vanguardia, pruébatelo y deja que tu corazón hable por ti. ¿Es el vestido que te hará brillar?

Deja a un lado si el vestido les gustará a todos, no necesitas que sea el vestido que lució la princesa Kate al casarse con el príncipe Guillermo, tampoco debes usar un diseño similar al de la Toti Vergara, no tienes que darle gusto a nadie, sólo a ti.

Las celebridades déjalas para Hollywood y su prensa rosa, tú eres tú y tu vestido no tiene que ser del gusto de toda la humanidad.

4. Llegó cupido, con la flecha equivocada

Luego de varias semanas de ver y ver diseños, encontraste el que te encanta. Sueñas con él por varias noches y crees estar tranquila porque “ya lo encontraste”, pero al llegar a probártelo en la casa de novias, ves que no es como te lo imaginabas. No te queda tal cual te gustaría que te quedara y hay un poco de impotencia en tu alma.

No importa, sigue adelante buscando entre tantos diseños el que te hará y soñar y lo más importante, el vestido que te hará lucir verdaderamente bella. A veces llega cupido y nos flecha con un vestido, pero no necesariamente será el vestido adecuado para ti.

5. Los detalles harán la diferencia

Te ensañaste con un modelo que viste por ahí, el vestido luce bien en ti, pero la casa de novias no podrá conseguir aquellas piedras, ese accesorio o en la ciudad donde te casarás no podrías soportar una tela tan pesada y calurosa.

Aparecerán detalles para los que deberás buscar plan B y la creatividad del profesional de confección tendrá que aparecer. No te frustres, seguro encontrarán algo mejor para reemplazar ese detalle y hará la diferencia para que el diseño que elegiste sea completamente original.

6. Ni mucho que queme al santo ni poco que no lo alumbre

Si bien es cierto que ser novia solo se vive una vez en la vida, no te excedas visitando a todas y cada una de las casas de novia de la ciudad. No tienes que medirte todos los vestidos que ellos tienen en su stock.

Elige un par que te hayan recomendado, que hayas leído en alguna revista, visítalas y no te satures con tantas pruebas pues solo lograrás sentirte confundida, indecisa y el tiempo se va agotando.

Tampoco lo dejes para última hora, tomate tu tiempo pero con calma y sensatez, para comprar el vestido adecuado para ti, que eres única y bella.