8 cosas por las que no deberían preocuparse el día de la boda
Habrá situaciones en la boda por las cuales no deberían preocuparse, pues así podrán disfrutar plenamente de la celebración sin algún tipo de amargura.
Es normal que desde que se comprometieron hasta el día del matrimonio los nervios y el estrés les hagan pasar una mal momento debido a todos los preparativos y planes que tienen que realizar antes de dar el ‘sí’, y es que no solo se trata de la elección del vestido o traje, la recepción o la decoración, sino que a veces es necesario pensar en pequeños detalles que podrían hacer una gran diferencia en toda la ceremonia. Sin embargo, hay ciertas cosas que están fuera de su alcance y por lo cual no deberían preocuparse el día de su boda, aquí les contamos cuáles son.
1. Los nervios
¿Qué hacer con los nervios de la boda? Es natural sentirse de esta manera, pero es necesario aprender a manejarlos para que puedan disfrutar de su matrimonio sin ningún contratiempo. Cuando lleguen pensamientos negativos lo mejor es que hagan ejercicios de respiración o relajación que les ayude a recordar que están viviendo uno de los días más felices de sus vidas y que es momento de celebrar y disfrutar junto a sus seres queridos.
Pero...¿Qué hacer para relajarse antes de la boda? Realicen una actividad completamente diferente, es decir, que no esté relacionada con las tareas de organización de su matrimonio, eso hará que su cerebro salga de esa zona y se concentre en otra actividad. Si es posible una semana o días antes salgan a correr, dense una escapada a algún pueblo cercano, vayan a piscina o entreténganse con un juego de mesa al aire libre.
2. El clima
¿Estrés antes de la boda? Recuerden que el clima es un suceso natural que no pueden controlar, estresarse por lo que pueda pasar es un desgaste de energía, concéntrense en los aspectos positivos de su encuentro en el altar, y si por alguna razón el pronóstico indica lluvia, es momento de aplicar el plan B, sacar paraguas y botas para disfrutar de la ceremonia sin ningún inconveniente e incluso agregándole un toque de romanticismo. Que llueva el día de su boda es señal de buena suerte, indica esperanza, fertilidad y un buen comienzo en el matrimonio.
Si consideran que para estar más tranquilos necesitan contar con carpas y toldos convérsenlo con la persona organizadora de bodas o gestionen este aspecto con el lugar que hayan elegido para el banquete y recepción. Seguro que podrán ofrecerle un salón en caso de lluvia u otra solución adaptada a estas circunstancias y estilo de matrimonio.
3. Enfermedad o malestar físico
Es incierto saber cuándo surgirá una gripe o malestar general. Por eso, lo mejor que pueden hacer es mantenerse saludables tanto como puedan, intentar comer y dormir lo suficiente días antes del matrimonio y delegar con familiares y amigos las cosas de último momento que deben terminar como los detalles finales de la decoración de iglesia o de la recepción, además de contar en su kit de boda con pañuelos, antihistamínicos u otros medicamentos que les ayuden a mejorar su molestia física durante todo la festividad.
4. Cancelaciones de último minuto
Desde el momento que inician con la planificación de la boda, tengan claro un plan B en caso que surjan cancelaciones por parte de los invitados de última hora, lo mejor que pueden hacer es informar al servicio de catering sobre este suceso y previamente hablar con los organizadores para tener cierta flexibilidad en las mesas, lo que significa que puedan quitar uno o dos puestos sin ningún inconveniente.
5. Los invitados
Es normal que haya diferencias entre algunos de los invitados, lo mejor que pueden hacer es mantenerse impasibles a esta situación y disfrutar al máximo de su momento. No importa si previamente discutieron sobre el color de los vestidos de fiesta o si hicieron algún comentario sobre otro de los asistentes, al final son adultos y sabrán comportarse en el día de su boda.
6. Aspectos físicos
Seguramente meses antes del matrimonio estaban preocupados por cómo lucirían, si el vestido de novia quedaría bien o si el traje estaría muy ajustado, pero ha llegado el momento de dejar esas angustias atrás y dedicarse a disfrutar de su ceremonia, pensar en aquello solo les hará sentirse mal al momento de tomar las fotos o de entrar a la recepción. Aceptarse tal cual y como están es la mejor manera de no preocuparse por algo que no pueden controlar en ese mismo instante, mejor concéntrense en bailar y disfrutar con las personas que aman.
7. El discurso y las emociones
Si decidieron tener un discurso durante la celebración, lo que pueden hacer es leerlo el día antes de la boda para estar seguros que eso es lo que quieren expresar, sin hacer mayores cambios ya que lo que escribieron al inicio fue lo que les salió del corazón. No se preocupen si se ponen sentimentales o si cometen algún error durante la alocución, lo mejor será respirar, sentir la emoción del momento y continuar con la lectura. Esta es una manera de expresar todo el amor que sienten y agradecer a sus invitados por acompañarlos en ese día. ¡Ustedes son los novios, así que se les perdona todo!
8. Culpabilidad por no tener tiempo para dedicar a todos los invitados
Los matrimonios con más de 50 invitados puede en ocasiones no permitir estar en todo momento compartiendo con cada uno, sin embargo, no deberán preocuparse por satisfacer y estar cerca de todos, con el simple hecho que ellos estén disfrutando cada segundo de su boda como ustedes, será suficiente para dejar el estrés y seguir divirtiéndose. Además, tienen la oportunidad durante el brindis de darles las gracias y hacerles saber lo felices que están de tenerlos en su celebración.
Un wedding planner podrá ayudar con los últimos detalles de una boda, por eso, si tendrán la oportunidad de contar con una, dejen en sus manos cada tarea, pues tiene la experiencia para resolver imprevistos. Si, por el contrario, serán ustedes mismos quienes se encarguen, lo mejor es que sigan las recomendaciones antes propuestas, si necesitan parar para aclarar sus ideas, ¡háganlo! Y siempre piensen en las cosas que los unen y motivan a seguir adelante.