Cuida tu salud y mejor di ¡no! a las dietas drásticas
Conseguir el cuerpo soñado para el día B no requiere que te sometas a excesos. Evita los posibles efectos de salud a largo plazo y opta por estos trucos fáciles de hacer en casa, para cuidarte de una forma más saludable que con una dieta drástica.
Con la planificación de la boda en marcha que incluye tareas referentes a la búsqueda del diseño adecuado para las tarjetas de matrimonio, tener la documentación lista para entregar a la iglesia o notaria, seleccionar el texto o frases de amor para marcar las argollas o elegir la música que armonizará la ceremonia y recepción; puede generar un poco de estrés y ansiedad, llevándote, tal vez, a comer más de lo que deberías ocasionando una subida de peso repentina, debido a esto es probable que hayas pensado recurrir a una dieta severa o exprés para reducir esos kilos de más para que la última prueba del vestido de novia no se te convierta en una pesadilla. Pensando en los peligros y serios problemas que estas pueden ocasionar a la salud, queremos compartirte las razones de por qué debes decir ¡no! a las dietas drásticas y cómo puedes cuidarte.
Por qué no
Cansancio y ojeras el día de la boda
La mayoría de las dietas drásticas llevan al extremo al metabolismo, por tanto tu energía y belleza se irá con cada gramo rebajado. El cuerpo es como una fábrica que todo el tiempo está funcionando, incluso cuando sueñas con el destino de luna de miel y tu cuerpo aparentemente está descansando. La energía que necesitas para hacer las actividades simples y cotidianas demandan de una alimentación balanceada. Y si no lo haces de manera correcta, exteriormente empezará a ser visible las bolsas y ojeras en los ojos, sumado a que no contarás con la vitalidad para desarrollar todo lo que implica la planificación de su matrimonio.
A largo plazo, tu salud te pasará factura
Los expertos en salud aseguran que la mayoría de estas dietas se caracterizan por exigir que solo consumas un tipo de alimento por unos días específicos y limitados. Estas exigencias son complemente desproporcionadas a una vida saludable y plena. Además de tener la posibilidad de causar fatiga, dolores fuertes de cabeza, deshidratación y el famosísimo efecto rebote, en donde engordas el doble de lo que adelgazaste en una semana; tratar así a tu cuerpo repercute en el organismo. Por consiguiente, este responde y se defiende con una reacción de peligro, alterando la función de los órganos.
Los profesionales de la salud aseguran que hay casos de bulimia y anorexia asociados a este tipo de dietas para alcanzar metas a corto plazo, prometiendo un cambio extremo sin considerar especificaciones de cada cuerpo. Ninguna ideología o prototipo de figura es tan importante como para arriesgar la salud. Por lo tanto, cuídate para que puedas lucir sin inconvenientes ese vestido de novia sencillo que seguramente elegiste.
¡Cuídate!
Agua bendita
Bebe mucha agua para saciar la boca y el estómago. Es cierto que el tomar de 6 a 8 vasos de agua al día ayuda a adelgazar y se debe a que en ocasiones lo que creemos que es hambre, en realidad es sed o simple ansiedad de comer. Al beber más agua, estas sensaciones se disminuyen y por ende tiendes a comer menos. Carga un termo lleno de agua cada que vayas a salir, te será muy útil.
Reduce las porciones
Otra clave para que digas ¡no! a las dietas drásticas es disminuir las porciones de lo que comes. La idea no es que quedes con hambre, ni tampoco que quedes más que satisfecha. Estudios argumentan que si cambias el tamaño del plato en el que te sirves envías una señal al cerebro de que comerá lo suficiente, pues visualmente el plato aparentará estar lleno. Es sencillo y lo más importante, no pone en riesgo tu salud.
Come más frutas y verduras
Evita los alimentos procesados. Las frutas y verduras son excelentes fuentes de energía, minerales y vitaminas. Si las incorporas a tu alimentación podrás prevenir la aparición de enfermedades relacionadas al corazón, posibles trastornos digestivos y te ayudarán a mantener un peso ideal. Las hortalizas las puedes preparar de diferentes maneras solo será cuestión de imaginación para que puedas preparar platos variados. Las frutas ingiérelas de manera natural para que aproveches su fibra.
Mastica despacio y disfruta los sabores
Debes tener plena conciencia de lo que se come. No permitas que factores distractores dispersen tu mente y eviten que disfrutes de los alimentos. Asimismo, mastica despacio para que le des a tu estómago lo que necesita, por el contrario, si lo haces rápido el cerebro no tendrá el mensaje de saciedad, con lo cual siempre tendrás la sensación de no haber comido suficiente.
Duerme bien
El hecho de no descansar bien también se asocia a largo plazo con el aumento de peso. Al sufrir trastornos de sueño el cuerpo no trabajará en óptimas condiciones. El cansancio no te permitirá comer bien, pues no contarás con ánimos para preparar tus comidas, con lo cual el efecto que producirá será el envejecimiento prematuro.
Evita las siestas después de comer
Después de comer trata de no acostarte. En lo posible sal a caminar a dar una vuelta a la manzana; y si estás en casa siéntate recta y aprovecha para dar una revisión a los precios de las argollas de matrimonio. La acción de acostarse inmediatamente después de comer paraliza la digestión, y como consecuencia producirá acidez o el conocido reflujo.
Ejercítate tanto como puedas
Si sigues una hoja de ruta basada en buenos hábitos y si le añades una actividad física, podrás mantener tu peso ideal. Hazte un peinado recogido fácil y sal a trotar o hacer caminatas de marcha rápida. Y si quieres ir un paso más allá acude a una profesional de nutrición y a un especialista en entrenamiento físico para que consigas el balance que necesitas, con esto podrás decir ¡no! a las dietas drásticas.
Procura no caer en los milagros para adelgazar que a la larga son una amenaza para tu salud. La luna de miel los espera y necesitarás energía, vida y fuerza para que puedas salir y disfrutar de cada actividad del paquete de luna de miel. Logra mantener una vida saludable y notarás que al hacerlo cada día te sentirás mejor contigo misma y tu cuerpo lo agradecerá.