Tu vestido de novia ideal: ¿cómo sentarte y moverte con él?

Quizás tengas claro cuál será el corte, el color, el estilo y el largo de tu atuendo nupcial, pero no te has puesto a pensar: ¿cómo sentarte y moverte con el vestido de novia? Es una pregunta de vital importancia puesto que esta prenda, a diferencia de un vestido de fiesta que hayas usado en el pasado, tiene unas características especiales que hacen que su manejo requiera de ciertos trucos. Con los siguientes consejos podrás caminar hacia el altar con toda la confianza, elegancia y destreza que se necesita hasta llegar al intercambio de las argollas de matrimonio en oro blanco con tu prometido. Además, ponerlos en práctica te ayudarán a disfrutar de toda una noche de celebración.

La práctica hace al maestro

Si tu deseo es desenvolverse con elegancia, lo mejor es que practiques cómo lo harás con el vestido. Si bien cada modelo es distinto y algunos son más cómodos que otros, todos requieren de ciertos trucos que permiten hacer cosas sencillas con precisión y soltura. Por ejemplo, si tienes que subir o bajar escaleras y tu vestido de novia 2020 es muy largo deberás recogerlo un poco para no pisarlo o caerte. En este caso intenta de no subir la falda muy alta y de sostenerla con gracia. Practica cómo caminarás o subirás las escaleras para que te puedas ir familiarizando con el peso del atuendo.

Durante la ceremonia

Sin importar si vas a celebrar un matrimonio religioso, civil o simbólico, la ceremonia es de los momentos más especiales y seguro querrás que tú y tu vestido se luzcan. Según cada modelo puedes ubicarte de forma tal que la falda no se arrugue, se vea bien de espaldas y puedas sentirte cómoda.

En caso de que lleves un vestido de novia sencillo, pero con volumen en la parte inferior y el talle se encuentre por encima de la cadera, como es el caso del corte princesa, imperio o en A, lo recomendable es que levantes un poco la falda, con sutileza, para que el asiento quede oculto por debajo del vestido. Aquí puedes pedir ayuda a tu mamá, hermana o dama de honor para que se encargue de alzarlo para que puedas sentarte sobre el armador del vestido.

Por otro lado, para vestidos ajustados al cuerpo o poco voluminosos, entre los que se encuentra el corte recto, sirena, evasé, entre otros, la mejor opción es que te sientes como normalmente lo harías. Si el vestido tiene un poco de cola, lo más conveniente es que la ubiques a un lado y pidas ayuda para acomodarla. Pregunta cómo serán los asientos y, en la medida de lo posible, opta por aquellos que son sin respaldo.

¿Cómo subirse y bajar del carro?

Para que no se arrugue el vestido de novia civil y el diseño se vea bien para las fotografías, es preciso bajar y subir con delicadeza para que este no quede enganchado con algo o se ensucie. Pero… ¿cómo lograrlo?

Lo primero es que es mejor que entres por la puerta contraria a la que necesitas salir. Antes de subirte al carro, revisa que todo esté limpio y no haya ningún objeto extraño en los asientos. Así, una vez instalada, intenta recoger un poco tu vestido para que quede lo más terso posible y no se convierta en un obstáculo cuando sea la hora de salir. Para bajar sostén tu falda alzándola un poco para que no quede ajustada a la puerta.

¡Cuidado con los accesorios!

El trato con los accesorios es tan importante como el del vestido. Por ejemplo, si optarás por un peinado de novia con velo y este es largo deberás ser precavida para no sentarte encima de él puesto que puede arrugarse, engancharse con alguno de los decorados del vestido o incluso, en algunos casos, desprenderse. Para este accesorio lo mejor es tenerlo siempre por encima del asiento si estás frente al altar, para que caiga de manera extendida por tu espalda.

Tips para el banquete y la recepción

Para el banquete, contrario a la ceremonia, es preferible optar por asientos con respaldos. Esto en parte porque el tiempo que permanecerás sentada será mucho mayor y por ende necesitas comodidad. En ese sentido, intenta elegir mobiliario amplio, sillas con brazos y anchas en las que puedas dejar reposar tu vestido, sobre todo si es voluminoso. De igual forma, asegúrate que tenga algún cojín o superficie lisa que no pueda dañar tu vestido.

Si tu vestido es más ajustado al cuerpo puedes sentarte llevando tu falda a un lado y dejándola caer a un costado de tus piernas. Si es sencillo y con poco vuelo, puedes tomar por detrás la falda y con un movimiento suave trasladarla adelante de la silla. Trata de buscar sillas y mesas a medida que te permitan acomodarlo y practicar distintas maneras de sentarse que se vean elegantes.

¿Bailar? ¡Claro que sí!

En este punto es importante que conozcas cuales son los alcances de tu vestido. En la práctica mira qué tanto te permite recogerlo, si te permite agacharte o hacer pasos complicados de baile. Ensaya cuáles son las distancias que tiene la prenda para que sepas hasta a dónde ir con la celebración. ¿Se complica mucho? Recuerda que siempre puedes optar por cambiarlo en la fiesta por un vestido de novia corto que te brinde la posibilidad de moverte y bailar con toda tranquilidad.

¿Y para ir al baño?

Quizás ya te lo hayas preguntado y le hayas solicitado a una de tus damas de honor que te ayude en esta tarea, pero tranquila, no es necesario. Una idea, si quieres ser completamente autónoma, es optar por tener a mano algunos accesorios de novia que sirvan para subir, recoger y sostener la falda como un alfiler o un gancho. Del mismo modo, se recomienda que, en lugar de darle la espalda al inodoro, lo uses de frente a la base, puesto que de esta forma es menos factible que pueda ocurrir algo.

Aunque se trate de un vestido de novia para embarazada es importante asegurar que permita libertad de movimiento, que conozcas la prenda que estás a punto de lucir para que puedas maniobrar con él durante el matrimonio. Ahora, con estas dudas resueltas, puedes buscar un peinado de novia que armonice todo tu estilo nupcial.