Los 10 fetiches que más gustan a los hombres y a las mujeres

¿Qué es lo primero que miras en una persona?, puede que sea precisamente eso lo que te haga sentir atraído por alguien. Este tipo de gustos suelen ser muy personales, existe gente que se fija en cosas tan comunes como las nalgas o el torso y otras personas que se fijan en detalles como los tobillos o la forma en que se ve la nariz desde abajo.

¿Qué es el fetichismo?

El fetichismo – de acuerdo con expertos – es un tipo de atracción, en la mayoría de los casos sexual, hacia objetos inanimados o situaciones concretas que de por sí no llevan implícito ninguna connotación sexual. En términos más claros, el fetichismo involucra formas menos convencionales de excitación en las personas y aunque anteriormente este término se relacionaba con “desviación sexual” – así lo define la Real Academia de la Lengua Española – hoy día es una práctica que ayuda a fortalecer las relaciones de pareja.

El fetichismo no solo es un asunto que engloba partes del cuerpo humano como los pies, el pelo u objetos materiales como lencería o el cuero, etc. También tiene que ver con actitudes o comportamientos que resultan poderosamente atractivos. Aquí tienes algunos de los fetiches más comunes de las parejas.

1. Que sea artista

Que cante, que sepa de esa cantidad de cosas de las que muy pocos saben, que sepa pintar, que se le faciliten las letras, que tenga esa actitud histriónica, sepa cantar o tocar la guitarra. Ellos suelen ser la compañía perfecta para un plan romántico en pareja, con un toque de bohemia. Hay un tipo de personas que siempre quiso a alguien así, ya sea porque se les parecen mucho o porque, aunque no es ese su estilo de vida, siempre les ha llamado la atención.

2. La sonrisa

Ese tipo de persona con la que quieres una fotografía en un lugar paradisíaco: unos dientes blancos, bien cuidados. Y no estamos hablando necesariamente de la dentadura diseñada y perfecta, no faltan quienes mueren por ver unos dientes con un diastema perfecto (dientes separados). Pero hasta ahí, el cuidado de los dientes es imprescindible: no queremos (o sería muy raro el caso) una boca que al abrirse refleje el amarillo tirando a café y menos un beso con el que resulte difícil respirar.

3. El olor

Un cabello frondoso que despide olor a un buen champú, esa persona que, unos segundos después de pasar, deja el aire impregnado con su perfume. Hay gente que sabe escoger sus perfumes y que remarca su presencia en un recinto exaltando el poder de sus feromonas. Nada tan rico como llegar a una cita, acercarse a esa persona y sentir que estás entrando a un ambiente que te satisface, pero cuidado: tiene que ser el toque preciso, nada que te haga querer buscar tu espacio para poder respirar.

4. La barba

El ícono hípster, que tiene esa extraña capacidad de fascinación y que se ajusta a casi cualquier estilo. El detalle fundamental es que se trate de una barba bien presentada. Aunque en la actualidad están de moda las barbas frondosas, esos hombres sin afeitar, de aspecto descuidado que en realidad se ha cuidado, también tienen lo suyo.

5. Una nariz grande

Sí, hay personas a las que les fascinan las narices grandes. Especialmente hablamos de mujeres en este caso, pero en realidad se trata del marco que acompaña la nariz: en los hombres la cara tiene que acompañar plenamente el estilo de la nariz, las cejas fuertes, el rostro grande y algo cuadrado, los ojos atractivos. Y a algunos hombres le fascina encontrar esta característica en mujeres.

6. Un peinado improvisado

Requiere, en la mayoría de las ocasiones, que el cabello tenga una extensión considerable. Alguna vez habrás pensado, cuando tu pareja llega de sorpresa a tu casa y te dice que te ves hermosa con ese moño que te hiciste para arreglar, que te están mintiendo, pero no. Ese mechón de cabello suelto y que desenmarca tu cara, también es muy seductor, el cuello asume ese lugar preponderante que a veces creemos solo toma bajo un peinado recogido. Qué buena noticia saber que te ves así para cuando se casen y vivan juntos. Esa actitud descomplicada que viene con estos peinados, tiene también su toque seductor. Pero no solo sucede con los cabellos largos. Hay mujeres que aman esos hombres que “no se peinan” y las comillas son intencionales, porque los que suelen gustar son esos de aspecto que sí se trabajó.

7. Vestir formal

Los hombres recordamos cuando, en la adolescencia y especialmente los que nos vestíamos con lo primero que encontrábamos en el armario, las mujeres que teníamos alrededor nos decían, (siempre a manera de sugerencia), “nada como un hombre con corbata”. Aunque la corbata ha dejado de ser sinónimo exclusivo de buena presentación, todavía tiene esa capacidad de atracción sobre muchas y por supuesto, las mujeres en vestido, con ese toque de precisión, con ese aspecto profesional o simplemente muy bien arregladas para una cita especial a nosotros nos fascinan.

8. Las manos y los pies

Las mamás y las abuelas siempre han dicho que al hombre se le miran las manos. Pero no solo a los hombres, hay dedos largos, delgados y muy bien arreglados que verdaderamente resultan irresistibles, esos que le hacen soñar a uno con poner ahí un anillo de compromiso. Y los cargados de fetiches pies, todo el ensueño de muchas imaginaciones románticas encuentra su inicio en esta parte de la naturaleza, particularmente en el caso femenino. Siempre las uñas tienen que estar hechas, en cualquiera de las dos extremidades.

9. La forma de conducir

El brazo se apoya sobre la ventana y se percibe su musculatura que sale de entre la camiseta. La otra mano está sosteniendo el volante, la boca gesticula la letra de alguna canción que se reproduce y suponemos la mirada concentrada detrás de los lentes oscuros. Ese es, más o menos, el aspecto de este fetiche. La actitud segura y que no depende del censor de reversa para parquear o para ejecutar otras maniobras complicadas, es la que está detrás de este gusto particular.

10. Marcas en la piel

Puntos de referencia, señales en un mapa que indican hacia dónde debería dirigirse nuestra atención: un lunar que juguetea al borde de la boca, que se desplaza entre sonrisas; un baño de pecas que se dirige hacia el fondo del pecho, una cicatriz que parece demarcar una frontera. No hablamos solamente del gusto de aquellas que quieren suponer un héroe de guerra en el hombre que tiene una cicatriz desde que era pequeño, hablamos de todas esas marcas que tienen una especial capacidad de seducción y más cuando quien las porta sabe lucirlas con orgullo, ya sea en la playa o en el lugar más íntimo.

Ya lo hemos dicho, esto no es una regla, pero seguro muchos encuentran reflejados en este texto, muchos de sus fetiches. ¿Cuál es el tuyo? Todos sabemos que terminamos enamorándonos de quien no pensábamos, que el amor no se ciñe a nuestras expectativas, sino que cae en donde quiere caer, encaja en donde encaja. Y esa, por supuesto, es una de las cosas más emocionantes: no sabes lo que esperas, estás en medio del riesgo y algo por dentro te hace sentir que vale la pena. ¿Ya conoces los motivos por los que casarse es mejor que irse a vivir juntos?