Madrina de boda: cómo ser la acompañante perfecta
Te contamos cuáles son las funciones, qué debes hacer, cómo estar bellísima y convertirte en la madrina ideal para la pareja a contraer nupcias.
Tradicionalmente y en especial en las bodas que van a celebrarse por ceremonia religiosa, a la madre del novio se le concede este gran honor, pero si no fuera posible, una pariente o amiga muy cercana, es la encargada de cumplir la función de madrina y acompañar a los futuros esposos tanto el día la boda como durante los preparativos.
Además de estar al lado del novio en su camino al altar, la madrina es una figura de apoyo incondicional en la planeación, la elección de los detalles y la logística de todo el matrimonio, convirtiéndose en una opinión fundamental que vibra y se ilusiona con cada momento de este hermoso proceso.
Para tener claras tus responsabilidades y hacer que ese día estés a gusto y radiante, te traemos la lista completa de protocolo y estilismo perfecto para esas grandes mujeres en la vida de la pareja.
1. Antes de la boda
La madrina es esa figura a la que se consulta tomando en cuenta su criterio equilibrado y opinión honesta, por esto una de sus primeras funciones es la de estar dispuesta a ayudar y aconsejar en lo que la pareja considere. Si bien los novios son quienes llevan las riendas de su planeación nupcial, una ayuda extra y un concepto a tiempo en especial de las personas que más se quieren, siempre es altamente valorado.
2. Desempate
Solucionar y decidir en pareja puede causar algunos inconvenientes en el momento en que no estén de acuerdo o tengan opiniones encontradas. Contar con una madrina dispuesta a probar el banquete, decidir el sabor del ponqué o ayudar con la distribución de los invitados en la fiesta es una gran ventaja al momento de la planeación.
3. Brazo diplomático
Nadie mejor que la madrina para conciliar en aquellos momentos necesarios como informar a alguna prima que la invitación es sin parejas o ayudar con el código de vestuario de los invitados mayores y abuelos.
En ellas se encuentra claramente una aliada soñada para este tipo de situaciones que de otra forma serían terriblemente incómodos.
4. Buena actitud
La madrina es la ayuda idónea para calmar los nervios, relajar y tener siempre una sonrisa para la pareja, especialmente en ese día tan importante donde las emociones están a flor de piel.
5. Brindis
Además de acompañar al novio hasta el altar y bailar con él, la madrina puede ajustar el protocolo y realizar un pequeño brindis en nombre de la familia. Dar la bienvenida a la novia a la familia, invitando a todos a celebrar la felicidad y el amor presentes en todo el evento.
6. Estilo
Siempre rodeadas de glamur y sobriedad, las madrinas son símbolo de fortaleza, tranquilidad y las llamadas a ser el pilar de la boda. Su atuendo debe entonces estar acorde con la gran relevancia que tienen dentro de la boda.
Lo más recomendado es ponerse de acuerdo con la novia para definir un estilo acorde al espíritu de la boda, elegir un vestido armonioso y favorecedor que la haga verse y sentirse hermosa.
7. Largo o corto
Luego de la novia, las madrinas son las únicas que por protocolo pueden llevar un vestido de fiesta largo. Teniendo en cuenta no exagerar con los tonos brillantes o la pedrería, la madrina puede permitirse un vestido de alta costura, en especial para las ceremonias de noche. Si su estilo es más sobrio, el matrimonio es de día o campestre, los trajes de dos piezas con falda a la rodilla, top y una chaqueta con diseño vistoso son la opción ideal.
8. Adiós a la minifalda
Aunque ya mencionamos que la madrina no está obligada a llevar vestido largo, si es muy importante obedecer los mandatos del glamur evitando las faldas muy cortas.
La minifalda, sin importar la edad de la madrina, es una prenda poco apropiada que puede proyectar una imagen poco sofisticada y sin elegancia.
Para las madrinas la opción sobre la rodilla o el largo chanel a mitad de la pierna son los más aconsejables.
9. Accesorios
Dado su papel protagónico en la celebración, el atuendo de la madrina puede permitirse ciertas licencias en cuanto a los accesorios, siempre teniendo en cuenta que se conserve el equilibrio. Prendedores, collares llamativos con perlas o brillantes, estolas y zapatos en un color que contraste con el vestido, tocados en flores, peinetas o incluso un pequeño sombrero en especial para las bodas de día y al aire libre, son unas de las opciones para complementar el atuendo, conservando el mandato de elegancia todo el tiempo.
10. Embajadora de la boda
Tanto por su bellísimo atuendo como por su actitud, el papel fundamental de la madrina antes y durante la boda es ser la abanderada de la celebración, ayudando a estar pendiente de cada detalle, sirviendo de recordatorio y apoyo en el protocolo y sobre todo recordando a la pareja que debe disfrutar cada instante de su día y no dejar que las pequeñas imprecisiones que puedan presentarse empañen el día más feliz e importante de sus vidas.