Hablar de religión luego de comprometerse: ¡5 claves!
Te enamoraste de una persona diferente a tu religión y ha llegado la hora de comprometerse, aquí te damos algunos tips para que puedas abordar este tema antes del matrimonio.
La religión puede ser o no un tema importante para ti, y tal vez nunca habías pensado en ello hasta que te comprometes con tu pareja y se convierte en un punto álgido de las conversaciones: definir cómo será la ceremonia, hablar de la familia, costumbres y hasta la crianza de los hijos/as.
¿Qué hacer cuando tu pareja es de otra religión? Lo mejor es bajar las expectativas y enfrentar la incomodidad que lleva hablar sobre esta cuestión, entre más pronto lleguen a acuerdos más fácil será afrontar la presión familiar, así como definir la forma en que celebrarán la boda y tener claros los límites para poder disfrutar de la vida de casados.
Te compartimos algunos tips para hablar de religión cuando te comprometes sin terminar en discusiones o malentendidos.
1. Define tus creencias y establece tus límites
Luego del compromiso será necesario que te tomes un instante para ti y reflexiones sobre tus creencias: ¿Qué es lo que más te importa sobre ellas? ¿Consideras que puedes coexistir con la religión de tu pareja?
Una vez tengas definido qué tan importante es tu compromiso con Dios y qué tan flexible puedes llegar a ser con las creencias de tu pareja, será el momento para sentarte a hablar sobre tus expectativas y lo más importante, poner tus límites.
Quizás encuentres interesante incluir nuevas celebraciones en tu calendario o hacer cambios en tu dieta, pero quizás debas frenar un poco ante temas más profundos como la conversión a su religión, la asistencia a las ceremonias y cultos, entre otros.
2. Habla de los temas incómodos lo más pronto posible
Nadie quiere hablar de lo que puede ocasionar un disgusto con su ser amado, sin embargo, tarde que temprano este asunto llegará, así que entre más pronto lo afronten, más fácil será sobrellevarlo y evitará problemas de pareja por religión.
Habla con tu pareja sobre sus creencias y sus puntos en común: ¿Qué están dispuestos a hacer el uno por el otro respecto a este tema? ¿Qué tan fundamental es la religión para el otro y cómo pueden llegar a un punto intermedio?
Lo indispensable que debes tener claro es que aunque puede haber presión para que te conviertas a otra religión o adoptes ciertas creencias, tú eres quien decide por iniciativa propia qué es lo mejor para ti y cuáles son los motivos correctos para hacerlo más allá de complacer a tu pareja.
Aquí también deberán definir qué tipo de ceremonia tendrán ¿boda civil o religiosa? Y, por último, hablar sobre cómo manejarán el argumento con sus familiares, especialmente si tienen creencias muy sólidas sobre el matrimonio y la religión.
3. Pongan como base el respeto y tolerancia
Si has llegado a este punto es porque tu pareja y tú tienen una relación sólida basada en el amor y eso los ha hecho fuertes. Debes tener claro que no serán el único matrimonio entre personas de diferentes religiones y que aunque es un reto, con amor y entendimiento lograrán tener un hogar próspero y feliz.
Por eso, las bases de tu relación y enlace deben ser el respeto por la diferencia, las costumbres y la tolerancia hacia lo nuevo que llegará. Puede parecer difícil al principio, pero una vez entiendas las necesidades espirituales de tu pareja y le permitas ser, todo irá acomodándose y encontrarán el equilibrio que necesitan para que su matrimonio sea un éxito.
4. Momento de planear el matrimonio
Una vez inicies la planeación de la boda, posiblemente la familia de alguno de los dos interfiera para hablar del compromiso de pareja con Dios y la importancia de recibir la bendición celestial en uno de los días más importantes de tu vida.
Una vez más debes ser paciente y fuerte para afrontar esta situación sin herir a tus seres queridos, no obstante, sin permitirles que ellos decidan por ti.
Siéntate a hablar con tu pareja para aclarar qué tipo de ceremonia es la más adecuada para ambos. Aquí te contamos dos formas de celebrarla si no se deciden por una religión.
Boda interreligiosa. Un enlace que se celebra con las costumbres y tradiciones más valiosas de los dos para que ambos queden felices y puedan compartir sus creencias en un mismo espacio.
Pueden incluir actividades representativas, canciones, rituales, comida o cualquier cosa que se imaginen. Será una excelente manera de sorprender a tus invitados en una celebración única y festiva que une dos modos de ver el mundo.
Boda simbólica. Cada vez es más común que las parejas se decidan por este tipo de celebraciones, donde una o varias personas presiden la ceremonia en una manera más metafórica.
Aquí se representa la unión de diversas maneras: matrimonios simbólicos con los 4 elementos (agua, fuego, aire, tierra). Enlaces que no tienen el reconocimiento doctrinal de ninguna iglesia, pero que se convierten en una manera original y especial de celebrar la boda.
5. Habla del futuro con tu pareja
Aunque falten algunos años para ocuparse de hijos/as es importantísimo que toquen este tema desde muy temprano: ¿Cómo será la crianza? ¿Cuáles serán sus principios y valores? ¿En qué cederán?
Esto no quiere decir que debas armar una pelea desde ya, porque posiblemente no estés de acuerdo en muchas cosas, pero sí te dejará una idea clara de dónde están ambos respecto a esta cuestión y cómo podrías ir trabajando a lo largo de tu matrimonio para aceptar o llegar a acuerdos que los hagan felices.
Otro punto importante es que deberás darte tiempo para procesar algunas creencias que posiblemente no entiendas, así como darle espacio a tu pareja para que haga lo mismo y así no se frustren por las diferencias de un asunto que es tan controversial y personal.
Recuerda que desde que haya amor y respeto todo será más fácil de coordinar y la vida de casados no será una tortura o un mundo lleno de insatisfacciones. No eres la única persona que tomará este riesgo, hay muchos testimonios de parejas de diferentes religiones que llevan años felizmente casados y que ven cada día como una oportunidad de sentir curiosidad sobre otras formas de ver el mundo, e incluso conocer su propia religión más a fondo.