¿Es posible realizar un matrimonio católico al aire libre?
¿Quieren celebrar su matrimonio católico en un lugar abierto, rodeado de naturaleza en el que familiares y amigos los acompañen fuera de la parroquia? Les contamos si esta opción es posible en Colombia.
Ubicar el altar bajo un árbol o hacer de las olas la banda sonora del matrimonio, es la ilusión de una gran cantidad parejas desde el momento en que deciden pasar su vida juntos formalizando este anhelo a través del anillo de compromiso. Además, para muchos esta celebración solo estaría completa si puede planearse con una decoración para matrimonio acorde al lugar y haciendo juego con los colores campestres, los invitados con vestidos de fiesta en línea con el ambiente natural que los rodea y un sacerdote presidiendo la ceremonia. Lamentablemente desde hace unos años hacer este sueño realidad no es posible en el país, dado que la iglesia católica prohibió las celebraciones matrimoniales por fuera de catedrales, iglesias o capillas.
Explicación eclesiástica
Según la arquidiócesis de Bogotá, consultada para que nos diera claridad sobre el tema, desde 2009 hay una restricción episcopal que limita las celebraciones nupciales a los recintos parroquiales, capillas e iglesias consagradas, que los novios pueden engalanar con decoración de iglesia para matrimonio, pues son estos y no otros espacios los que dan el verdadero sentido y la solemnidad requerida al intercambio de frases de amor cortas que constituyen los votos nupciales. Esta restricción se ha tomado con mayor severidad en los últimos tres años, dado que se han establecido penalizaciones para los párrocos o sacerdotes que realicen matrimonios en lugares no autorizados.
La iglesia católica defiende que las celebraciones por fuera de las parroquias no se toman con el debido respeto o pueden distraer tanto a la pareja como a sus acompañantes. Argumentan que la seriedad de la ceremonia de intercambio de argollas de matrimonio debe llevarse con los protocolos tradicionales, invitando a la reflexión y el recogimiento y que para momentos de mayor esparcimiento está la fiesta posterior, el brindis y el baile. Adicionalmente el desplazamiento del párroco genera costos, que sus feligreses se sientan desatendidos o que ocurra algún imprevisto que retrase su regreso a tiempo para cumplir sus funciones con la comunidad.
Alternativas
Sí definitivamente el sueño como pareja es poder celebrar una boda de estas características existen un par de alternativas posibles. La primera es explorar lugares en los que pueda realizarse un matrimonio al aire libre que cuenten con una iglesia cercana consagrada. Muchas fincas a las afueras de la ciudad tienen pequeñas capillas en las que se celebra misa con regularidad y cuentan con un párroco asignado, hay que diferenciarlas de las que tienen un recinto para rezar pero que no se encuentra consagrado. Este es un punto medio que permitirá la celebración nupcial completa y un corto desplazamiento al lugar de la recepción.
La segunda alternativa es realizar la ceremonia de matrimonio privada en iglesia o sacristía e invitar a un sacerdote cercano para que realice una bendición simbólica el día de la celebración con invitados. Puede realizarse el intercambio de anillos, dedicar algunas frases de novios, realizar lecturas del evangelio, pero no habrá eucaristía completa ni consagración.
Deben tener en cuenta que esta opción, siendo la más cercana al deseo de la pareja, acarrea un costo adicional pues deben pagarse los derechos de matrimonio en la parroquia y un cargo adicional al sacerdote que los acompañará.
A pesar de estas restricciones, no hay porque desistir de la idea de tener una celebración en medio de un ambiente natural y al aire libre, luciendo un vestido de novia de inspiración boho y reuniendo a familiares y amigos en el espacio abierto que han soñado desde que enviaron las tarjetas de matrimonio. Evalúen las alternativas y elijan aquella con la que serán felices de darle la bienvenida a su vida juntos.