Un matrimonio sin asperezas entre suegros y padres
Los novios se aman, no pueden vivir el uno sin el otro, pero cuando de padres y familiares se trata, no siempre tendrán relaciones excepcionales. Tranquilas, todo en esta vida tiene solución, ¡acá te la traemos!
La historia de los Capuleto y los Montesco no la escribió Shakespeare porque tiene una gran imaginación, los problemas entre los padres de los novios son más frecuentes de lo que crees, pero todo tiene solución, somos seres racionales que podrán redimir cualquier discordia y hoy hemos dedicado algunos consejos para que todo termine en un final feliz entre ambas familias.
Antes de presentarlos
Habla bien de la familia de tu pareja, menciona gustos que tienen en común para que comience a fluir el buen ambiente. Para que esto resulte más sencillo, será importante ganarte a la familia de tu pareja previamente.
Organiza un almuerzo o asado para presentar ambas familias, idea unas tarjetas divertidas de invitación en las que ellos se preparen para vivir un ambiente festivo, alegre y cordial.
Si sientes que hay resistencia por parte de tu padre o un familiar importante, háblalo con franqueza y explica los motivos por los que deben ceder ante la familia de tu pareja. Eres lo más importante para ellos así que tarde o temprano entenderán.
Cuando los presentas
Deja que todo fluya, que se tomen su tiempo para conocerse y comiencen a interactuar.
Si sus diferencias son por política, religión o fútbol, cancela esos temas, nunca se pondrán de acuerdo entonces hazles saber que tienen cientos de asuntos para conversar pero que eviten los que los confrontarán.
Idéate un slogan para el día en que se conozcan “solo felicidad y amor”, “lo importante son los novios y su felicidad”, o algo que puedas recordar cada vez que pueda aparecer un momento tenso.
Si aún te quedan dudas, no te pierdas nuestro artículo ¿cómo presentamos a las familias antes del matrimonio?
En el día del matrimonio
Pidan a sus padres y familiares que hagan su mejor esfuerzo por compartir y pasarla fenomenal junto a la pareja. El respeto, la cordialidad y los bueno modales no podrán faltar y menos en este día tan importante.
Invítalos a reflexionar sobre entender las diferencias de los demás. Nadie es igual a nadie y así nos hizo Dios, el Universo o lo que sea en que crean. Aceptar al otro con sus diferencias nos hace parte de ser seres humanos condescendientes.
¿Qué hacer si se presenta una situación de enfrentamiento?
El tacto, la asertividad y el respeto serán los mejores aliados para estos momentos que no deseamos. Poner límites es importante y frenar a tiempo cualquier situación que pueda pasar a mayores.
Serán familia les guste o no, así que tarde o temprano lo entenderán, se harán la vida más fácil y más cuando lleguen los bebés.
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