El matrimonio de Alejandro y Ángela en Envigado, Antioquia
Elegantes Invierno Café
El 22/10/2016 413 6 0
A&Á
22 Oct, 2016
La crónica de nuestro matrimonio
Fue un día de muchas emociones, estrés de que todo esté en su lugar y prefecto.
Me levanté temprano ya que no me había confesado, fui a la iglesia a orar entré a la misa de 7 y me confesé (ahí empezaron mis nervios, cuando hablé con el sacerdote).
Ya fui a terminar de organizar todo a la casa y me dirigí junto con mi madre y mi hermana a donde mi otra hermana, ya que me estaban esperando super puntuales las personas que nos iban a peinar y a maquillar. Los nervios se me notaban más ya que algo pasa antes de cualquier evento importante pues me dieron barritos ¡horrible!.
Me comenzaron a peinar y a maquillar y como eran muchos los nervios, tocaba tomar algo, entonces comencé con una cervecita, ya cuando empecé a ver todo el movimiento alrededor; fotos, gente llamándome, el decorador esperando para decorar el carro comencé a tener dolor de estómago y más nervios entonces me tome dos tequilitas para bajar y relajar la tensión del momento.
Gracias a mi super maquilladora no se me vieron mis heridas de los barritos.
Seguir leyendo »Ya a la hora de ponerme el vestido 3:20 pm tenía mucho tiempo por delante pues el matrimonio era a las 4:30 pm, me tomé muchas fotos.
Ya llegó la hora y ya me habían dicho que mi esposo llegó con 20 min de anterioridad, entonces estaba muy feliz. Me monté al carro con mi padre y mi sobrina la cual era la pajesita, ya comenzamos a bajar, cuando nos llama mi hermana que despacio para que la gente de la ceremonia se organizara.
Cuando llegué a la iglesia, ya el susto se apoderaba de mí, fue algo gracioso. En el punto donde se parqueaba mi carro llegó uno de los invitados en un taxi y se parqueo en ese punto, se bajaron los invitados y el conductor super chistoso en vez de arrancar comenzó a contar plata, pasaron minutos y nada y nos tocó pitar.
Entré a la iglesia y todas las miradas eran para mí, solo me enfoqué en mi esposo. La cara que tenía irradiaba una felicidad inmensa.
Cuando llegué a saludar lo primero que me dijo eres la mujer más hermosa por eso te elegí, ese momento fue felicidad paso la eucaristía super rápido mi voz se entrecortó cuando empecé hablar.
Terminando la ceremonia, saliendo nos esperaban los invitados en la salida con bombas en forma de corazón con nuestro logo y salimos y las lanzaron al cielo.
La recepción fue al lado, en el salón social de la parroquia, algo sencillo pero lleno de mucho orden y mucho amor.
Conté con la fortuna de tener personas serias, responsables, y que aman el trabajo que desempeñan.
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