El matrimonio de Andrés y Angie en Madrid, Cundinamarca

La crónica de nuestro matrimonio

No puedo negar que ese día pasó volando, del agite no sentía nervios hasta justo 15 minutos antes de salir al altar, cuando empecé a imaginarme a mi esposo y a mi bebé esperándome en la capilla. Después de eso, el desespero y la preocupación se apoderaron de mí.

Cuando llegué a la capilla todo estaba hermoso, más ellos dos, mis hombres estaban hermosos, todo salió muy bien, siempre suceden cosas de último momento, pero se pudieron manejar de la mejor manera.

Nos acompañaron prácticamente todos los invitados, estuvieron contentísimos, les pareció que todo estuvo genial y muy organizado, teniendo en cuenta que los temas que siempre preocupan son comida y alcohol y fue muy a gusto de todos.

¿Quién disfrutó más el evento?

No adivinan, mi bebé. Es más, creo que el video es más mi hijo bailando y la sensación de su traje que sus padres en la boda.

Algunos detalles se reajustaron debido al clima, pero hubo otros que nos ayudaron a compensarlo, nuestro baile fue con la canción "Por mil años más" e hicimos actividades diferentes para la rifa del ramo y los novios. Igualmente, así como lo pensamos, en la hora del baile le destinamos unos minutos a las cumpleañeras del mes y logramos conmover a muchos con la proyección del video "Nuestra historia"