El matrimonio de Andrés y Iveth en Pasto, Nariño
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A&I
29 Jul, 2017La crónica de nuestro matrimonio
Hola, voy a contar mi historia de mi boda, siempre había soñado con ese día tan especial. La noche anterior me fui a dormir tarde debido a que mi madre nos había preparado una despedida sorpresa para mi futuro esposo y para mí, la pasamos muy bien, hicimos concursos. Mi novio me dio la sorpresa de la serenata a media noche, fue algo muy romántico que nunca voy a olvidar. A eso de las dos de la mañana me fui a descansar supuestamente, pero casi no pude dormir por la ansiedad del otro día pensando en diferentes cosas: será que sí voy alcanzar a hacer lo que me faltaba, si quedará bien mi peinada… hasta pensé como tenía que caminar para de pronto no caerme, que ridículo, como que había mirado muchas películas... Una noche larga.
Por fin llegó el día, me levanté temprano a terminar unos arreglos que me faltaban para los recuerdos que iba a dar. Luego fui a recoger mi bouquet y los ramos de las damas de honor, llegué nuevamente a mi casa donde me esperaba la persona que me iba arreglar, ella muy linda dándome consejos y contándome anécdotas de otras novias. ¡Quedé muy bonita! Pero mi travesía no terminaba, me puse mi abrigo y salí corriendo con mi madre donde el diseñador de mi vestido me iba ayudar a ponerme el vestido. Ahí también llegó el fotógrafo para dar inicio de la sesión fotográfica.
Seguir leyendo »Ya estaba lista para ir a la iglesia, una de las damas de honor quedó en recogerme y nada, que no llegaba, me empecé angustiar mucho… se le había pinchado el carro, no… qué horror. Un señor que estaba me miró desesperada y se ofreció a llevarme, pero yo decidí esperar a mi dama de honor. En ese instante empezó a sonar los celulares a preguntar por la demora, que el novio estaba con cara de angustia… que malita hacerlo esperar.
Al fin llegué, sentía mariposas en mi estómago y lo único que miré fue a él, la persona con la cual iba a compartir toda mi vida, el que iba a ser el padre de mis hijos. Me olvidé de todo hasta de como debía caminar. Desde ese momento empezó mi mayor felicidad, ya estábamos unidos por la bendición de Dios. Luego pasamos a la recepción donde igual sentí mucha emoción. Entré del brazo de mi esposo, todo salió muy bien estaba con las personas más importantes de nuestra vida compartiendo este gran momento ...
Y viviremos felices por el resto de nuestra vida y comeremos perdices, esta historia llegó a su fin.
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