El matrimonio de Andres y Mayling en Cali, Valle del Cauca

Llegamos, él estaba en la puerta y mi emoción llegaba a limites infinitos, esperamos que los invitados terminaran de llegar y de un momento a otro me vi caminando hacia él, el hombre de mi vida, quien me hace reír, quien arregla un día gris para hacer salir el arcoíris. Ahí estaba, no sé si sonaba la marcha nupcial, no sé qué le dijo mi papá a él. Solo sé que era mi momento más feliz en toda la historia.

La ceremonia perfecta, un padre que explicaba cada cosa que iba a pasar, quien nos dejó leer nuestros votos, unos votos únicos y llenos de amor, y lágrimas en todos nuestros invitados, y por supuesto nuestras lagrimitas de amor. "Puede besar a la novia" y todo fue maravilloso, momento mágico. Muchas fotos, muchas porque era lo que más queríamos.

Llegamos a la recepción, y llegó la hora del brindis y de mi canción para él, toda una sorpresa, canté “Te Prometo de Fonseca”, en una versión más acústica que ranchera (porque amo la letra, pero no tanto ese estilo) y el amor fluía aún más. Empezó la rumba y mi mamá de regalo nos llevó un grupo musical llamado Las Habaneras. Increíbles y llenas de energía. Luego, un regalo más, un DJ que toco la mejor hora loca, con la música que había escogido mi esposo. Un viaje por el rock and roll desde los 60's y canciones que marcan nuestro estilo.

Y así terminó, un día que no pao de recordar, un día que sobrepaso todo lo que soñaba, un día que contaré con orgullo a mis hijos y nietos, un día que agradezco a Dios, a mi mami y mi esposo, porque gracias a ellos fue un sueño hecho realidad. Luego de nuestra luna de miel hicimos el Trash the Dress en la Rueda. Que mejor que terminar esta aventura con nuestros vestidos en un lugar lleno de luces, diversión, adrenalina y color.