El matrimonio de Camilo y Daniela en Chía, Cundinamarca
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C&D
08 Sep, 2018La crónica de nuestro matrimonio
Amaneció lloviendo durísimo y con Cami ya nos estábamos haciendo la idea de llovería en nuestro matrimonio, pero estábamos confiados de que con lluvia o sol sería el mejor día.
Tuvimos que estar desde las 7 de la mañana en la hacienda para que nos arreglaran a mi tía mi hermana, mi mamá, mi abuelita y a mí. Salimos sin desayunar, pero con lonchera. En la hacienda no había llovido, lo cual me animó mucho porque a pesar de todo deseaba el sol en este día. Sin embargo yo sentía angustia y afán de que no me cupiera el vestido. Una amiga que era dama de honor, había tenido que mandar arreglar su vestido a última hora por que se había subido de peso y ¡yo no pude dormir pensando en mi vestido! ¿Qué tal no me cerrara? Así que fue lo primero que llegué a hacer, pero sin lio alguno el vestido cerró y estuve mucho más tranquila mientras nos arreglaban.
Todo iba bien hasta que se soltaron los tacos de la habitación donde nos estábamos arreglando. Solo teníamos un secador y una plancha conectadas... solicitamos ayuda y después de un mini estrés, que no fue nuestro sino de la señora que estaba en la hacienda, todo fue solucionado. Después de estar arreglada llegó Andrés el fotógrafo y me tomó fotos sola y con mi familia. Y al rato salió a la iglesia a tomarle fotos a Camilo. Para el carro de los novios yo quería alquilar un Volkswagen escarabajo en memoria y representación de mi abuelo. El novio de una amiga tiene un Volkswagen escarabajo de placa antigua en perfecto estado así que ese fue el que elegimos para nosotros. La misa era a las 2 así que yo planeaba llegar 5 minutos antes porque el padre había dicho que fuéramos puntuales, ¡pero al llegar al carro el conductor no había llegado de almorzar!, Lo esperamos un rato, pero comenzó a lloviznar así que ya iba a arrancar en otro carro y pesaba que él llegara a recogernos al salir de la iglesia. Sin embargo, llegó minutos antes de arrancar. A pesar de ese mini corre corre, siento que todo salió bien y fue la mejor forma de hacer que mi abuelo estuviese presente.
Seguir leyendo »Llegó a la iglesia y me emocionó mucho al ver a mis damas de honor, mis mejores amigas, mi hermana y mi prima. Las mujeres que conocen todo de mí, he crecido con ellas y han visto mi relación desde el inicio con Camilo. Las amo.
No estaba tan nerviosa como pensaba, pero sí muy emotiva, quería salir corriendo abrazar a Camilo, pero todo iba lento, yo solo sonreía a todos para contenerme y no llorar. La ceremonia comenzó y mientras yo ponía atención me di cuenta que el cristo estaba tapado... sí, ¡el cristo de la iglesia!... Estaba en remodelación, pero aun así en plena ceremonia de matrimonio me estresó un poco que estuviese cubierto, yo solo pensaba en las fotos. La iglesia es muy grande y bella, pero sin el cristo no sería lo mismo. Pero bueno, no importa, fuera lo que fuera las fotos iban a salir lindas, y así fue. Al final la ceremonia fue muy linda y el padre fue muy querido. Incluso dejó que nos tomáramos fotos dentro de la iglesia.
Al llegar a la hacienda recibimos a los primeros invitados, ofreciéndoles un sanduche y un juguito e indicándoles que queríamos que se tomarán una foto y nos dejaran un mensaje en el libro de invitados. Mientras, nosotros estuvimos más o menos 1 hora en sesión de fotos aprovechando el sol que hizo esa tarde. Nos tomaron fotos frente al carro, cerca y dentro al establo con los caballos. Eso sí, ensucié y rompí un poco ese vestido. ¡Pero yo pensaba que para eso lo había comprado! Era mío y eran momentos que nunca se iban a repetir. Incluso Camilo me alzaba para algunas fotos, no era fácil para él pq yo no soy liviana, pero eso hacía que el momento fuera divertido y las fotos salieron muy bonitas.
A la salida de la Iglesia nos estaba esperando nuestra hija de 4 patas. Lila, teníamos pensado que estuviese presente todo el día, pero no podríamos estar pendiente de ella. Así que el chico de la guardería la trajo para que nos tomaran unas fotos a los tres antes de irnos a la hacienda. Lo que pasa es que estaba tan ansiosa que creemos que ni nos reconoció, había muchas personas y no se quedaba quiera. Entonces la foto no fue como la queríamos, sin embargo, se logró una foto bonita de los tres: la familia completa. Luego se la llevaron nuevamente para la guardería. Antes de entrar al salón, desorganizamos un poco el protocolo y aprovechamos el sol para las fotos con los invitados. Ese día me sentí famosa, todos querían tomarse fotos con los novios. Cuando llegaron mis damas de honor me asegure de que nos tomáramos una foto chévere todos, pensábamos que haciendo muecas como siempre nos hemos tomado, pero, Andrés, el fotógrafo, dijo: “¡alcen al novio!" y efectivamente eso logramos, quedó una foto genial.
Al llegar al salón, todos nos recibieron con aplausos, nunca habíamos sentido tanta atención por todos y estábamos muy contentos. Nuestro primer baile fue una canción de los Beatles - Something. Antes queríamos hacer una coreografía y todo, pero realmente no tuvimos tiempo, así que bailamos improvisando algunos giros, pero salió muy lindo. Después del brindis fue la comida y realmente estábamos nerviosos por este momento. Nosotros somos Vvganos, y decidimos dar todo vegano en la fiesta así que sabíamos que iba a ser algo diferente para los invitados. Contratamos a un chef que tiene su propio restaurante y estábamos súper seguros de su trabajo y sazón, pues conocíamos su restaurante al cual asisten personas que no son veganas y gusta mucho. Sabíamos que hay personas un poco chinchozas con la comida, pero había cosas en el plato que a todos les iba a gustar, ¡como empanadas de ajiaco o el postre! Un ponqué delicioso. Efectivamente a la gran mayoría les gustó la comida.
Así que decidimos que no nos íbamos a estresar por ese tema, pues ofreceríamos alimentos de buen sabor con mucho amor y sin haber comprometido la vida de ningún otro ser vivo y eso era muy importante para nosotros. Ya después en la rumba, era imposible bailar con todos, pero hicimos lo posible por estar con los más importantes y disfrutar con amigos y amigas en la pista de baile. ¡No paramos! Yo tenía unos converse con plataforma para ponerme cuando me cansara de los tacones así que estuve muy cómoda el resto de la rumba. ¡Bailamos muchísimo! Por último, despedimos a los invitados, y salimos a la noche de hotel que nos habían regalado. Descansamos, estuvimos en jacuzzi y al día siguiente estuvimos en un ciclo hídrico con sauna turco y piscina. Disfrutamos con amor y alegría cada momento de ese día. Ahora a vivir este nuevo capítulo de nuestra historia con tolerancia respecto y mucho amor.
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