El matrimonio de Carlos y Nayla en Bogotá, Bogotá DC

La crónica de nuestro matrimonio

Fue el día más hermoso de mi vida, aunque no faltaron los lunares que hicieron que este algo para recordar… Ya habíamos contratado la Parroquia Dei Verbum porque nos parecía un lugar hermoso, apenas para 70 invitados. No obstante, aunque nos exigieron puntualidad, ellos no la cumplieron. La boda era a las 4 p.m., hicimos llegar a los invitados antes, y la iglesia estaba cerrada, los de la recepción no pudieron entrar antes para decorar, porque nadie quería abrir. Al final cuando por fin se pudo, mientras se decoraba y todo, terminamos empezando casi a las 4:30 p.m., a mi entrada no tocaron la marcha nupcial, el padre indignado de que supuestamente yo llegué tarde, no quería empezar la ceremonia. Todo fue incómodo, la señora que iba a leer la palabra leyó lo que no era y terminaron corrigiéndola. El padre olvidó muchas partes de la ceremonia, por ejemplo “preguntar quién se opone” y para terminar con broche de oro, la partida de matrimonio tenía los nombres mal escritos… o sea todo mal en la iglesia. Como salimos tarde de la iglesia, las fotos de esposos fueron muy pocas porque teníamos que llegar al lugar de recepción. Al llegar a la recepción todo fue hermoso, la atención inolvidable y la familia la pasó genial. Nos hizo olvidar el bochornoso momento de la iglesia. A pesar de todo, la pasamos genial y disfrutamos hasta el último momentos