El matrimonio de David y Tefy en Subachoque, Cundinamarca
En el campo Primavera Beige 3 profesionales
D&T
02 Abr, 2022La crónica de nuestro matrimonio
¡El mejor día de nuestra vida!
Todo comenzó muy temprano, la maquilladora había citado a mi suegra y a mi cuñada a las 7:00 a.m. en la hacienda, ya que yo llegaba a las 9:00 a.m., llegué y lo primero que hice fue darle un detalle a las mamás y a las damas de honor, era una cajita con una bata marcada con la fecha y el nombre de ellas, una mascarilla y un masajeador facial.
Ese día teníamos miedo de que fuera a llover, ya que no había parado y siempre los días estaban muy grises, Dios fue tan grande que desde el primero momento nos hizo un día hermoso y así estuvo todo el día.
En la mañana estuvimos todas las chicas, hablamos, nos arreglamos y fue un momento muy lindo para compartir, nos tomamos muchas fotos y brindamos con una champán que yo había llevado. Como a la 1:00 p.m. me empezó a entrar un poco de angustia porque aún no habían maquillado a mi mamá y faltaba yo, así que empezamos a tener presión, pero gracias a Dios todo salió bien, empezaron a maquillarme, a peinarme y estaba lista antes de las 4:00 p.m. Allí llegaron las damas y mi papi a quien les di la sorpresa de que me vieran, fue un momento muy lindo y especial.
Seguir leyendo »Ya una vez lista, mis papás estuvieron para darme la bendición, me dijeron palabras muy hermosas y llego la carroza a recogernos para llevarnos al encuentro tan especial de mi amado príncipe.
Cuando llegamos a la iglesia los invitados estaban afuera esperándome, fue algo muy diferente a lo que planeamos, ya que el padre nos transformó todo lo que nosotros queríamos para la entrada, el padre decidió que la entrega debía ser con los dos papás y en la entrada de la puerta, fue algo muy diferente a como hemos visto, pero fue hermoso, los papás nos dijeron una oración donde nos entregaban.
Cuando llegué a la iglesia mi príncipe me estaba esperando de espaldas y todo el cortejo me cubría, en ese momento me temblaba todo y empecé a sentir muchísimos nervios, pero ya quería ver como estaba mi futuro esposo. Cuando entró el cortejo y él me vio, fue maravilloso, él estaba muy guapo y su traje era precioso. ¡La verdad no imaginaba que fuera así, yo estaba feliz de verlo, cuando él me vio, lloró un poco, él había dicho que no iba a hacerlo, pero no pudo contenerse y eso me pareció tan hermoso, desde lejos me decía te ves hermosa!
Una vez adentro, fue muy lindo, la soprano cantó todo como habíamos acordado y cada palabra, cada sentimiento era ¡hermoso! Ya por fin nuestro cuento de hadas se estaba haciendo realidad y nosotros solo sonreíamos. Cuando fue el momento de bendecir las arras dimos nuestros votos, los escribimos nosotros y en verdad fue hermoso, maravilloso y las palabras más lindas que pudimos decirnos honestamente. El padre se encargó de que ese momento fuera lleno de paz, de amor y de felicidad, pues de vez en cuando había una que otra broma. Y algo que nos quedó en el corazón y que nos inculcó es que tengamos siempre presente estas dos palabras… Para siempre y así es nunca la vamos a olvidar, porque un matrimonio es para siempre y así seremos nosotros.
Cuando terminó la ceremonia, salimos a nuestra sesión de fotos, los fotógrafos nos ayudaron a que tuviéramos nuestros mejores recuerdos y mientras los invitados estaban en la zona de coctel, donde se tomaron fotos, comieron snacks, tomaron cerveza y cocteles. Más o menos a las 6:15 p.m. fue el momento de hacer nuestra entrada como esposos, entramos con la canción hasta viejitos de Carlos Vives, no pudimos escoger mejor canción esa nos identifica y la bailamos con mucho amor, sentimiento y brotando felicidad. Después de ello inmediatamente hicimos nuestro baile de esposos, escogimos la canción One thousand years, la bailamos como vals, nosotros estábamos muy nerviosos, ya que habíamos ensayado en Holanda pero los 15 días que estuvimos en Colombia organizando la boda no habíamos podido ensayar así que en mi mente yo no sabia nada y el se acordaba de algunas cosas, sin embargo, en el momento de iniciar todo fluyo, en mi sentía que mis pies eran torpes pero después todos quedaron fascinados y nos dijeron que parecía el baile de un cuento de hadas.
El resto de la noche fue de mucha felicidad, hicimos el baile padre e hija, el brindis y mucha rumba, nosotros queríamos rumbear y bailar hasta que nuestro cuerpo no diera y así fue, en las fotos se puede ver nuestra cara de felicidad, fue la boda que soñamos y lo pudimos cumplir, podemos decir que la disfrutamos y la vivimos al máximo.
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