El matrimonio de Diego y Susana en Subachoque, Cundinamarca

La crónica de nuestro matrimonio

Realmente es increíble la cantidad de sentimientos y emociones que se viven en un solo día, solo me resta decir que fue el mejor día de mi vida, que hicimos nuestro sueño realidad y que tenemos hoy los mejores recuerdos de un día maravilloso. La locación nos encantó tanto a nosotros como a nuestros invitados, la comida fue exquisita, el servicio de meseros impecable, la misa de la ceremonia y de la cena fue estupenda y todo de acuerdo a nuestras peticiones, el dj super preciso a nuestras peticiones, la maquilladora la mejor del mundo y los fotógrafos muy buenos, profesionales y cumplidos.

Tuvimos pequeños percances, supongo que, como todos los novios, bien dicen que no todo se puede controlar y que no todo sale como lo esperas o has planeado, particularmente con la coordinación de algunos aspectos durante el evento. Lo primero en cuanto a que en la iglesia la gente no estuvo organizada, nuestras familias no recibieron instrucciones de dónde debían ubicarse y por ende no quedaron en el lugar adecuado y fue muy caótico el momento de mi ingreso a la iglesia (eso no quita lo maravilloso que fue y que una como novia es quien lo nota, pues los invitados no lo percibieron bajo la emoción del momento). Lo segundo la coordinadora del evento, ni los fotógrafos estuvieron pendientes de la totalidad de las fotografías, aspecto que me tiene muy triste ya que uno como novio no sabe qué debe hacer ni en qué momento, y todo para uno pasa muy rápido, uno está corriendo tratando de estar con todos y embargado de una felicidad enorme y hoy, tras hacer el balance de la situación y la revisión de las fotografías, evidenciamos que no tenemos una sola foto con nuestra familia completa, que nuestra familia que vino de fuera del país no sale en las fotos, que no hay fotos con los papas de los novios y hermanos y realmente es muy triste el esfuerzo que se hace para pagar una boda y el de los invitados para acompañarnos para no recibir asesoría de cómo manejar ese tipo de cosas en las que uno no tiene conocimiento.