El matrimonio de Eduardo y Sara en Cartagena, Bolívar
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E&S
03 Ago, 2019La crónica de nuestro matrimonio
Eran las 5 de la mañana cuando sonó mi alarma, me desperté con la emoción a mil, hasta olvidé despertar a mi tía que vino de Medellín y durmió conmigo la noche anterior.
Me levanté un poco mal del estómago, inicié mi día como es debido; hablando con el Padre celestial. Decidí no comer nada (Recomendación: no coman nevado de Juan Valdez la noche previa a su boda) y a bañarme se dijo. Me alisté con toda la calma, disfrutando cada instante, cada detalle, cada gota de agua, cada aroma, cada elemento que me colocaba, cada cabello que peinaba, cada trazo del maquillaje. Mi maquilladora y peinadora: yo, quien me ayudó a vestir: mi tía Luz Marina, que además supo calmar mis nervios de la mejor manera, y con su ayuda mi vestido DIY quedó puesto mejor de lo que había imaginado, y el collar que me hizo mi otra tía (Áurea Joyas) me hacía ver radiante.
Mi amado y yo decidimos ir juntos a nuestro gran día, él me sorprendió decorando el carro con flores y lazos, Eduardo (mi esposo) se veía tan guapo, hermoso, espectacular, y cuando me vio literalmente quedó boquiabierto, me dijo lo hermosa que estaba y salimos rumbo a Palo Santo, el restaurante donde celebraríamos la ceremonia y recepción (proveedor de la APP y súper recomendadísimo) fuimos despacio, conversando, riendo, disfrutando las calles medio vacías. Pasamos a buscar a mi papá, que se veía tan bello, me sentía orgullosa de mi viejito, él nos saludó efusivo y estaba tan contento.
Seguir leyendo »Llegamos súper temprano al restaurante. Mi cuñada llevó un biombo detrás del cual me escondí sentada en una mesa mientras iban llegando los invitados, nadie sabía que ya yo estaba ahí.
Mi amado y yo oramos juntos tras el biombo y luego él fue a tomarse fotos y recibir a los invitados, mis cuñados llegaron con la sorpresa de que mis suegros nos regalaron las fotos, ¡sí! llevaron unos fotógrafos, estábamos muy agradecidos y sorprendidos.
Pasaron los minutos y empiezo a escuchar la Marcha Nupcial en el saxofón a cargo de mi cuñado; sonaba hermoso, mi papá se acercaba lentamente a buscarme del otro lado del salón donde me escondía, todos se asombraron que saliera de ahí llevándome mi papá agarrada de su brazo, el corazón me latía a millón por hora, caminé lentamente hacia mi amado, sonreímos de oreja a oreja y me entregó mi ramo. El bouttoniere se lo coloqué antes de iniciar la ceremonia ya que al practicar no era muy diestra y no quisimos arriesgarnos.
Mi suegra entregó a Eduardo y mi papá me entregó a mí, nos fundimos los cuatro en un abrazo y luego el pastor comenzó a compartir la Palabra de Dios.
El mensaje fue tan certero y hermoso que muchos lloraron, también lo hicieron cuando compartimos los votos, empezando por nosotros mismos (moco corrido); nuestros votos tuvieron mucho de amor, romanticismo y algo de comedia, y con las palabras con las que brindaron por nosotros mi papá, mi suegro y mi suegra también hubo muchas paletas aguadas. Mi sobrino caminó con mucho decoro para llevarnos las argollas (se me aguaban las paletas).
Compartimos la primera cena del Señor como esposos (pan y vino) y nos dimos el gran beso.
Y después nos rodearon nuestros familiares para felicitarnos y desearnos lo mejor, tomamos fotos, nos deleitamos con la música en vivo donde cabe decir que mi cuñado y los dos músicos que lo acompañaban hicieron una excelente presentación. Degustamos el primer y segundo plato, y por último partimos la torta, y en lo que me siento a comerla, no veo a mi esposo ¡Y zaz! que lo escucho al micrófono dedicándome nuestra canción ¡felicidad absoluta!
Sólo me resta decir que Dios superó nuestras expectativas, se lució con nosotros y se vio aquello que su palabra dice en Lucas 11:11-13 que Jehová que es nuestro padre celestial da lo mejor a sus hijos, y así hizo en nuestro gran día, digno de ser recordado por siempre.
Nos sentimos agradecidos con cada invitado que asistió, nos rodearon con su amor e hicieron del momento una verdadera delicia, y qué decir del personal del restaurante cuya atención fue excepcional, y todo era supremamente riquísimo, así como Chachy Arteaga Repostería creativa que se lució con la torta de zanahoria con queso crema, y las galletas de almendra, no sólo con el sabor tan exquisito sino la presentación tan hermosa con que entregaron todo.
Lo que tenemos es absoluta gratitud hacia todos ellos, y primeramente a Dios.
P.D. no crean que me olvido de ustedes, coautoras de cada detalle y decisión para nuestra boda ¡gracias totales! querida comunidad de amor de Matrimonio.com.co
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