El matrimonio de Eduardo y Silvia en Bogotá, Bogotá DC

La crónica de nuestro matrimonio

Fue un gran día que nunca olvidaremos. La jornada empezó muy temprano relajándonos y disfrutando minuto a minuto cada segundo. A las 11 de la mañana llegó la maquilladora y empezó con mi hija, seguida de mi mamá quienes quedaron felices.

Luego siguió mi maquillaje y peinado, momentos que fueron registrado por el lente de nuestros fotógrafos. El maquillaje y peinado fueron muy naturales y apropiados y Daniela logró que me sintiera muy feliz con el resultado, además de que me ayudaron con los arreglos del vestido y se quedó hasta el final ayudándome a vestir y a terminar de alistar la salida.

Mi hermana, mis padres y mi hija me acompañaron en todo, hasta que llegó la hora de salir. Me invadieron los nervios hasta que vi a los hermosos pajecitos que nos acompañaron y que habían estado ensayando desde hace varios meses para el gran momento.

Entrando a la iglesia escuché la marcha nupcial y sentí una profunda emoción al entrar del brazo de mi padre y ver a toda nuestra familia esperándonos. Fue maravilloso ver a Eduardo esperándome junto con sus padres y mi hijo, contuve las lágrimas solo de pensar en el maquillaje, pero en el video quedó muy bien registrado ese momento. Los padrinos se portaron de maravilla y todo el ingreso salió tal y como lo habíamos ensayado 2 semanas antes.