El matrimonio de Edwin y Diana en Floridablanca, Santander

Al llegar a la puerta de la iglesia y ver al novio en el altar esperándome sentía muchas cosas, hasta ganas de llorar, claro, de felicidad. Al entrar y llegar a donde él me miraba y me decía que estaba bella y se le bajaban las lágrimas. Me entregaron mis padres y nos cogimos de la mano y nos reíamos porque era el mejor de los sueños que estábamos cumpliendo. La misa fue bella y cuando tuve que decir las palabras como que no me salía las palabras jajajaja, estaba nerviosa. Cuando dimos el sí juntos fue una alegría grande. Señamos nuestro amor ante Dios fue muy bello a salir de la iglesia, mis damas y caballeros de honor nos tenían una calle de honor con unos volcanes fue muy hermoso nos tomamos fotos y salimos a la recepción un lugar hermoso, allí bailamos nuestro vals mientras el baile al aire libre nos prendieron volcanes y nos sorprendieron con pólvora.

Bailamos con nuestros padres hermanos tíos padrinos, tuvimos sesión de fotos se realizaron juegos para el ramo para el liguero que se lo ganaron mis hermanos, la comida fue sabrosa, mis compañeros de trabajo nos regalaron una parranda vallenata super lindo, la gozamos al máximo. Hicimos un baile en pareja que fue un poco chistoso pero bonito y abrimos a la hora loca que fue algo espectacular, la disfrutamos muchísimo con la familia amigos y ahí termina ese día tan hermoso para los dos, la mejor experiencia vivida.