El matrimonio de Edwin y Jessica en Santa Marta, Magdalena

La crónica de nuestro matrimonio

El día de la boda me levanté muy temprano en la mañana con mucha energía y con muchos nervios a la vez por todo lo traía el día. Me dirigí junto con mi mamá y mi hermana al salón de belleza donde nos arreglarían para el gran día. Allí llegaron mis amigas, que serían mis damas de honor para compartir conmigo una copa de vino de celebración. Me maquillaron de una forma hermosa y llegó el momento de ponerme el vestido. Mi amiga Wendy y mi mamá fueron las que me ayudaron a ponerlo, me quedó perfecto, me sentía muy linda y mis amigas y familiares se veían muy emocionadas.

Llegué a la iglesia, subí a la oficina del pastor mientras llegaban los invitados y terminaban de organizar la iglesia. Cuando estuvo todo listo, llegó el momento de entrar al templo, estaba todo hermoso, mi novio hermoso me esperaba al finalizar un camino con una hermosa alfombra roja, mi papá me recibió y camine junto a él hasta donde estaba mi futuro amado esposo. La ceremonia fue muy linda, todo como lo había soñado. Luego, fuimos a celebrar. Sin duda, fue el mejor día de mi vida y mejor de lo que imaginé.