El matrimonio de Edwin y Lore en Girardota, Antioquia

La crónica de nuestro matrimonio

¡Fue mágico!

Quiero compartirles un poco mi experiencia en mi mágico día de cuento de hadas, aún no asimilo que ya haya pasado todo lo que por tantos meses planeamos y por tantos años lo soñé, fue más de lo que alcancé a imaginar. Que más le puedo pedir a Dios y a la vida, si mi esposo me mira y me dice que está feliz, que es algo inolvidable para ambos y para los que celebraron con nosotros.

Todo fluyó y fue hermoso porque Dios nos regaló felicidad en nuestros corazones y tranquilidad para disfrutar el día tal como sucedía, y es que la magia está en uno mismo y lo digo porque fue maravilloso todo con lluvia incluida; por ahí hay un mito que dice que la lluvia el día de la boda es abundancia, entonces vamos (¡y ya lo creo!) a tener mucha, porque prácticamente no paró de llover; sin embargo, la felicidad del momento, un plan B igualmente hermoso y la tranquilidad fueron los mejores aliados.

Durante la semana previa la pasé "relajada" y no perdí el sueño, dormí bien hasta el penúltimo día, unos detalles que no debieron quedar para última hora, como elegir las fotos para el mural y transcribir los votos en el sobre correspondiente (los iba escribiendo durante todos los meses previos, solo faltaba darles orden), no es por nada, pero me quedaron aparte de significativos, muy emotivos y hermosos, pero me hicieron trasnochar ja, ja, ja y lo pude haber evitado, ya que todo estaba organizado y debidamente empacado, porque madrugábamos juntos hacia la finca muy a.m.