El matrimonio de Felipe y Lisa en Piedecuesta, Santander

La crónica de nuestro matrimonio

Todo fue hermoso... Por los preparativos no me tuve que preocupar, pues la casa de festejos con la que contratamos fueron muy amables y pensaron en todo, hasta en el más mínimo detalle. Mi gran día fue especial desde que nos despertamos, ya que una invitada, la prima de mi esposo, nos envió un desayuno sorpresa. Ella no pudo viajar y entonces decidió acompañarnos así, ese detalle fue hermoso.

Luego, en la mañana, fuimos con mi esposo al sitio donde se realizaría el evento para ver cómo estaba todo y para mirar el espacio y ensayar un poquito el vals. Después, nos organizamos para irnos a arreglar, él se encargó de nuestros 4 hijos y yo me fui para el estudio donde me maquillaron y me hicieron unas tomas. Quedé super feliz con mi maquillaje y peinado, fue tal cual como lo planifiqué y lo quería.

La verdad, tenía muchos nervios porque no hice prueba de maquillaje, el tiempo no me dio, pero el resultado fue genial. Después de ir a la casa de mis padres, salí para la capilla y todo fue hermoso. Me dio mucha nostalgia y nervios lloré menos, mal no se me arruinó el maquillaje. Todo fue hermoso, la música que contratamos para la ceremonia fue hermosa, la fotografía... Dios nos dio la bendición de que ese día todo saliera según lo planeado y hasta mejor, quedamos muy felices, valió cada peso invertido.