El matrimonio de Gustavo y Angelica en Melgar, Tolima

La crónica de nuestro matrimonio

Fue al principio lleno de nervios de que todo saliera bien y gracias a Dios así fue. Con mi esposo corrimos desde temprano organizando la decoración de la recepción y luego la iglesia, cuando nos fijamos ya eran las cinco y me tocó salir pitada a arreglarme y estaba de los nervios. Llegué temprano a la iglesia y Gustavo ya estaba allí esperándome y lo ví a través de la ventana del carro como le arreglaban la corbata se veía guapo e igual de nervioso. Es muy chistoso porque después de 7 años juntos y un hijo ya no deberíamos tener nervios pero se sentía como la primera vez, la misma emoción la misma felicidad de saber que estaremos unidos a Dios en su eterno amor. Mi papá y mi mamá felices y mi suegra no pudo contener las lagrimas al entregarme a su hijo, mi papá sollozó y me entrego al que ahora y por siempre será mi esposo. Mi hijito miraba los pétalos en el tapete feliz, sonreía y veía a todos. Estuvo muy linda la ceremonia y sin duda ni vacilación dimos el "Sí, quiero" cuando el padre nos preguntó. Solo puedo decirles que fue el día más maravilloso y especial de mi vida y lo recordaré por siempre. Soy feliz de ser la esposa de ese hombre que Dios puso en mi camino y es nuestro deseo permanecer unidos toda nuestra vida.