El matrimonio de Heder y Ednna en Ibagué, Tolima
Vintage Primavera Azul
H&E
20 Jul, 2018La crónica de nuestro matrimonio
Mi gran día fue maravilloso. En la mañana me desperté muy temprano, pues había mucha familia en casa y teníamos que atenderlos. A las 9 de la mañana fui al salón de belleza a que me hicieran manicure y pedicure. ¡Ah! y una parte del peinad, la parte inicial. Ese día no me vi con mi futuro esposo, solo hablábamos por teléfono. Él también estaba en su “corre, corre” en su apartamento, pues también tenía familia en casa.
Ese día no creí que por fin había llegado, y quería que todo saliera bien, sin ningún imprevisto. En mí había muchos sentimientos encontrados, pues estaba muy feliz, nerviosa, ansiosa y un poco de tristeza, pues dejaba a mis padres. Siendo el mediodía casi no logro almorzar, pues los nervios se apoderaban más de mí. Pero bueno, por fin me relaje y pude alimentarme bien, y luego de eso, nuevamente me interne en el salón de belleza.
Me empezaron a peinar, mientras me grababan y tomaban fotos. Siendo las 3:30 pm ya estaba lista para vestirme, así que me dirigí a mi casa. Estaba mi hermoso vestido colgado, listo para colocármelo. Me empecé a vestir. Me ayudó mi mamá y una tía. Luego, me vi más que hermosa. A las 4:00 pm estaba lista para subirme al carro e ir al lugar de la boda.
Seguir leyendo »Mientras todo esto sucedía, mi futuro esposo ya estaba allá en la finca, pendiente de que todo estuviera bajo control. Me llamaba a cada minuto preguntándome cómo iba, pensé en esos momentos que él estaba más nervioso que yo. Mientras me dirigía al lugar, mis lágrimas bajaban por mis mejillas, pues quería llorar y no pude aguantar. Mi corazón estaba totalmente agradecido con Dios, su amor me cautiva e inunda mi ser, así que me fui pensando en todas las cosas hermosas que él nos ha regalado y que ese día nos iba a mostrar más de su inmenso amor, pues nos iba a regalar la bendición más grande y era unir nuestras vidas para siempre.
Llegando al lugar mis nervios aumentaban. Cuando dieron la señal de que ya tenía que entrar, en ese momento me temblaba todo, pero al ver al hombre de mi vida junto al altar esperándome me cautivó y solo quise verlo fijamente a los ojos mientras entraba. Era un sueño haciéndose realidad. Mi futuro estaba más que emocionado, pues para él fue impactante verme vestida de novia, esto fue maravilloso.
Luego de una hermosa ceremonia donde prometimos amarnos, cuidarnos, respetarnos, ser fieles toda la vida, en el mismo lugar de la finca se realizó la recepción. Todo fue especial me reí mucho. Mi futuro esposo, que ahora es mi esposo, también. Jugamos, disfrutamos cada detalle, la comida deliciosa, la torta, los invitados felices, y no se diga, nosotros estábamos dichosos. Al terminar todo. quisimos dar unas cortas palabras, primero hablo mi esposo y luego yo. Quiero contarles que cerré la noche con broche de oro, pues le canté una canción a mi esposo y fue más que especial. Esta fue mi crónica, “aminovias”.
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