El matrimonio de Jorge y Tatiana en Neiva, Huila

La crónica de nuestro matrimonio

Les cuento que el día anterior casi muero, declararon toque de queda el sábado (día de mi boda) desde las 10 p.m. y confinamiento total domingo y lunes. 1 hora después de ver esa noticia (que agradeciendo a Dios había dejado la ceremonia 10 am y recepción 12:30 pm) apareció otra que decían: se prohíben reuniones públicas y privadas. 15 minutos después salió otro que decía que iniciaba el pico y cédula... Me derrumbé, en menos de 24 horas no podía aplazarlo y pensé en cambiarlo para una finca en Rivera o la Ulloa (campestre) pero algunos invitados no tenían su transporte.

Para rematar esos últimos días había llovido mucho. Decidí dejarlo todo en manos de Dios, mi familia y yo oramos bastante. Cuando llegó el esperado día, miré al cielo y estaba todo despejado, un sol radiante tanto así que los pajaritos cantaban, estaba emocionada y entusiasmada. Continuamos el proceso del maquillaje, peinado y por último me fui para la casa de mi mamá a colocarme el vestido. Había dejado todo listo allá para solo llegarme a cambiar, mi velo era bastante largo y cuando me lo coloqué yo misma no pude, se me caía... No tenía pinzas para asegurarlo y decidí dejarlo así (lo llevé en una maleta a la iglesia y en algunas fotos salía medio puesta). Salimos para la iglesia, una hermosa ceremonia, cuando terminó nos estábamos tomando fotos y veía la gente salir rápido, algunos me decían algo que yo no entendía (Tati la Marcha se acerca) yo seguía en mi cuento. Cuando se acerca un amigo y me explica lo que estaba pasando afuera, la Catedral de Neiva está ubicada frente a la Gobernación del Huila y estaban furiosos los manifestantes, realizando disturbios... Sentí miedo, gracias a Dios el carro nos estaba esperando a pocas cuadras, salimos todos despavoridos para la recepción y cuando llegamos todo se tranquilizó. Realizamos un baile improvisado *No hay nadie más de Yatra* que decidimos bailarla, pasamos un momento agradable, la comida estuvo deliciosa, todo salió como queríamos. Bailamos y casi todos los invitados salieron contentos, eso sí un poco ebrios.