El matrimonio de Juan y Carolina en Bucaramanga, Santander

La crónica de nuestro matrimonio

Recuerdo ese día como si fuera sido ayer, fue tan increíble que no se podía creer, tan perfecto, tan único, tan especial, lleno de emociones, de nervios y de felicidad.

Inmensamente feliz con Dios por haberme dado el esposo de mis sueños, por haber permitido que ese día fuera más de lo que soñamos, que no paráramos de reír, que estuviera en el altar diciendo un “sí” para toda la vida de la mano de Dios.

Cuando me arreglaban tenía muchos nervios, recuerdo que hasta me dieron nauseas, pero tan pronto caminé y mi papá me entregó al que ahora es mi esposo, mi mundo ya era otro. Era tan especial, la decoración fue sorpresa y me encantó, el protocolo, fue mejor de lo que se planeó, casarse es lo más hermoso, y bueno lo mejor ¡la luna de miel!