El matrimonio de Kevin y Kathleen en Turbaco, Bolívar
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K&K
04 Dic, 2021La crónica de nuestro matrimonio
Todo estuvo tal cual como lo soñé, tuvimos varios inconvenientes en el transcurso del día, pero nada que no se pudo arreglar. La ceremonia y recepción fue en una finca con piscina en el municipio de Turbaco, a 20 minutos de Cartagena. Invitamos a 60 personas, pero no todos fueron, alcanzamos a contar y faltaron como 15 personas. Desde el inicio sabíamos que queríamos una boda intima, pero para mis futuras novias, de consejo les doy que inviten un poquito más de la cuenta, ya que nunca faltará el que dice que si va pero nunca se presenta, y más en esta época que a cualquiera le puede dar Covid, y es un cupo que ya pagaste y te quedará. Sin embargo, fuimos felices porque estaban los que tenían que estar. Y todo fue fluyendo gracias a Dios.
La boda estaba prevista para las 04:00 p.m. sin embargo, por solo tener un maquillador, nos complicó todo. Es por eso por lo que el maquillador de la novia debe ser uno y el maquillador de las damas otro. Por esa razón, la boda empezó una hora más tarde, 05:00 p.m.
Seguir leyendo »Para mí todo empezó cuando por fin me vi vestida como una princesa, lucía el vestido de mis sueños, lleno de brillo y tierno, también llevaba una corona y un velo, así que podrán imaginar cuan feliz y emocionada me encontraba al verme vestida de novia. Cuando salí hacía el altar todavía era de día, justo como lo soñé. Flores vinotinto, rojas y rosadas (tendencia 2021) adornaban el camino, el paisaje era hermoso, mucho verde por todas partes, tal cual como lo queríamos. Fue un momento celestial.
Mi novio me esperaba en el altar sonriendo y nervioso, sus ojos tenían un brillo, ese mismo brillo que tenía la vez que nos reencontramos en México. Como si el tiempo no hubiera pasado, sus ojos brillaban de amor, igual que los míos, estoy segura. Mientras caminaba hacía el altar yo no lograba ver a nadie, solo a él, me olvidé del tiempo, me olvidé de mis amigos y familia, es como si solo estuviéramos él y yo escuchando "A thousand years" en español. Definitivamente los dos nos trasladamos, esa fue mi parte favorita, junto a los votos obviamente (todo quedó registrado).
El discurso y la ceremonia estuvo llena de romanticismo y amor, pero, sobre todo, llena del amor de Dios (ceremonia cristiana). Por cierto, casi moría del susto cuando en el momento de dar los anillos me pasan un anillo que no es el comprado, pues para nuestra suerte la pajecita había perdido uno de los anillos colgados en el anillero, pero gracias a Dios estos fueron encontrados media hora después de acabada la ceremonia (por favor, tener mucho cuidado con los niños y los anillos, es mejor entregarlos mientras van a desfilar y luego quitarlos, que no les pase como a mí).
Bailamos nuestra primera canción como novios (A Whole new world) y tuvimos un pequeño baile sorpresa (El Avioncito). Disfrutamos de nuestros invitados, decoración, música y luces. Todo quedó tal cual como lo queríamos, no sin mencionar que me dio gripa ese día por las fuertes brisas del mes y tuve que terminar mi noche temprano. No finalizó como quería, tirada en la piscina, pero siempre digo que por algo pasan las cosas. Pero no terminamos ahí, al día siguiente, compartimos con nuestras familias en la misma finca, y bueno, sí pude bañarme en la piscina.
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