El matrimonio de Mauricio y Marylin en Bogotá, Bogotá DC

La crónica de nuestro matrimonio

¿Nuestra boda?Un lindo relato de amor, un compromiso con la libertad individual, el inicio de una nueva temporada de complicidad y trabajo en equipo. La ceremonia, dirigida por un poeta... que ejerce como notario, una marcha nupcial interpretada en piano por una hermosa niña de 9 años, los invitados prestos a hacer llover arroz del cielo, y los niños y niñas, todos y todas con vena de artistas, a punta de crayola hicieron su arte. Entre Degas, Hopper, Picasso y Van Gough, nuestros invitados disfrutaron su cena, su champaña, los cócteles y el whisky (los más osados). La amiga que menos pensábamos se llevó el ramo y las risas, no se hicieron esperar con el baile sensual de los hombres solteros, entre melodías de ChocQuibTown se supo que tanto nos conocíamos para luego abrir un espacio de rumba y folclor. Entre la música, el amor de familia y los amigos, se intercambiaron risas, lágrimas de alegría, abrazos efusivos y palabras de afecto... y como acto final de este gran día, el novio, que decía no saber bailar, sorprendió con su paso salsero al ritmo de la versión larga de Sonido bestial de Richie Ray y Bobby Cruz.