El matrimonio de Miguel y Sindy en La Calera, Cundinamarca

La crónica de nuestro matrimonio

¡El regalo más especial de nuestra boda fue el día tan lindo que Dios nos regaló!

Necesitábamos un día soleado puesto que nuestra ceremonia religiosa era al aire libre, y así fue nos regaló el sol en medio de este invierno, un sol que casi no se va pues ya estaba anocheciendo y seguía dándonos su luz.

Fue más especial de lo que esperé, quería una boda que dejara huella y por eso tenía planeadas varias sorpresas, mis damas de honor y sus parejas entraron bailando haciendo calle de honor al novio quien también entró bailando.

Al momento de mi entrada, sonó la marcha nupcial y una vez terminó, comencé a cantarle a mi novio. Rompió en llanto y yo no sé cómo pude cantar de los nervios y sentimiento que tenía.

Se dio inicio a la ceremonia a la cual asistieron todos nuestros invitados testigos de nuestra unión...les entregamos unos detalles a nuestros papas en símbolo de agradecimiento por el amor y cuidado que siempre nos han dado. Hicimos el ritual de la arena y para finalizar la corte de mi ya esposo nos estaba esperando a la salida, pues él es militar.