El matrimonio de Norma y Nuris en Santo Domingo, Antioquia

La crónica de nuestro matrimonio

En ese gran día, estábamos súper nerviosas ambas, pues decidimos preparar toda la decoración del evento. Con los preparativos, nos ayudaron algunos familiares, puesto que estábamos cortas de presupuesto. Ese día, no levantamos bien temprano para tener todo listo a tiempo. Si es mucho la organización y todo, pero aun así, lo quisimos hacer juntas. Ya teníamos todo arreglado y el escenario montado, cuando de pronto empezó a llover y tuvimos que reorganizar todo.Mi esposa estaba súper estresada y creo que un poquito decepcionada en su momento, ya que queríamos tanto una boda en el jardín. Pero no tuvimos más opción que cambiar todo el lugar. Decidimos montar el escenario en el lugar de más espacio, mientras que el área de la recepción fue más pequeña, en un lugar abierto y con una hermosa vista. Tuvimos que hacer todo rapidísimo porque no teníamos mucho tiempo y queríamos que todo estuviera listo a tiempo. Y sí, con mucho esfuerzo lo logramos, pero justo a la hora de terminar, empezó a llover súper fuerte, tan fuerte que impedía a los invitados llegar al lugar. Y esa tormenta duró más de 6 horas, lo que retrasó bastante la ceremonia.Ya mi esposa y yo estábamos a punto de cancelar todo debido al tiempo, pero luego empezaron a ir llegando los invitados y nos animamos a continuar con la ceremonia. Yo estaba en cama con un dolor de cabeza súper fuerte y estaba medio dormida, y ella va y me susurra al oído que mis padres estaban ahí, que si me sentía mejor, que me parara para que me empezaran a arreglar. Mientras me arreglaban, mis madres estaban ahí conmigo, ayudándome y apoyándome en cada momento. Es algo que no puedo explicar, quizá para muchos es algo normal, pero para mi familia, que son personas con creencia religiosa muy fuerte, es algo maravilloso. Y me siento tan feliz y orgullosa de cada uno de ellos, más de mi padre, que aun con su enfermedad y sin poder casi ni caminar, estuvo ahí conmigo. Subió las escaleras y fue al cuarto donde me estaban arreglando. No es mucho, pero para él, sí es un gran esfuerzo. Es una persona muy valiente, le ha dado un derrame cerebral y tiene un lado inmovilizado desde hace más de 20 años.Me sentí súper emocionada al verlo entrar al cuarto. Le dije que se sentara en la cama y me dijo que solo quería ver cómo está quedando mi hija más pequeña. Hasta lloré de la emoción, ya que siempre había soñado con ese gran día desde mi infancia. Imaginar tu vida con la persona que te hace cada día ser mejor persona, que te da paz y que tu familia lo acepte, es otra realidad.Ese día estaba súper feliz y muy nerviosa, dado que la ceremonia debía empezar a las 4 y eran más de las 8 y aún no comenzábamos. Me preocupaba un poco por los invitados. Fue como a las 8:15