El matrimonio de Pilar y Lina en Bogotá, Bogotá DC

La crónica de nuestro matrimonio

Un día de septiembre decidimos que no queríamos esperar más. Empezamos a organizarlo todo, hasta un día de octubre donde decidimos que queríamos hacer una boda fuga, y así fue. El primero de noviembre madrugamos para arreglarnos, yo me había organizado el cabello la noche anterior y me tomé una buena hora de la mañana en maquillarme. Cada traje lo logramos formar comprando en diferentes partes e incluso usando prendas que ya teníamos. Llegamos puntuales a la notaría, firmamos y salimos a tomarnos fotos, mientras caminábamos, mientras comíamos pizza, mientras brindábamos con helado, mientras montábamos nuestra moto o jugábamos con nuestro perrhijo. Fue un día íntimo, de nosotras nada más, y para la noche lo celebramos con familia en un hermoso restaurante de la zona G. No podríamos pedir por más.