El matrimonio de Ricardo y Melissa en Barranquilla, Atlántico

La crónica de nuestro matrimonio

Sentir el susto de la vida es poco. Todo estuvo tranquilo, durante el maquillaje, las fotos con mi familia y en general, pensé "Ay, todo va a estar tranqui" pero el verdadero momento de nervios fue cuando vi asomarse la cabecita de la chica del salón diciendome "Ya el novio esta saliendo, ve posicionándote que ahorita suena tu canción de entrada". Y ahí, es en ese preciso momento en que todo se hace realmente real. Practiqué mucho mi sonrisa de entrada y estuvo lejos de verse como la practica ja, ja, ja, pero aún más perfecto. En ese momento en que nos miramos, luego fue como flotar.

Es una experiencia única, llena de ilusión, de amor, de felicidad, y cuando estábamos en el ajetreo de los preparativos (que duraron mas de 1 año) nunca nos habíamos detenido a pensar en el consejo de una amiga nuestra "Hagan todo con conciencia, que el tiempo pasa muy rápido" y aunque se sintió larguísimo, no pudo ser mas real. Ahora miramos atrás y parece que todo pasó en 1 segundo.