El matrimonio de Roger y Laura en El Rosal, Cundinamarca
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R&L
13 Jul, 2019La crónica de nuestro matrimonio
Nuestro matrimonio fue un día soñado
Lo planeamos con 1 año de anticipación y tuvimos la fortuna de encontrar el lugar ideal, una hacienda maravillosa y única que nos enamoró desde el primer día que fuimos a verla (y cuando fuimos a penas la estaban terminando de construir): Hacienda San Sebastián en El Rosal Cundinamarca.
Decidimos contratar todo el paquete que los wedding planner nos ofrecieron, que además eran los mismos dueños de la hacienda, así que facilitaba toda la organización. Y esta decisión fue muy buena porque ellos nos ayudaron a organizar todo tal cual lo queríamos y fue mucho más sencillo así, pues nos ahorró mucho tiempo en la preparación.
Y llegó el día, con un poco de nervios, pero al mismo tiempo con mucha alegría de poder vivir ese sueño que tanto habíamos esperado. Todo salió maravilloso, se sintió mucho amor y cariño.
La ceremonia religiosa fue muy especial, se realizó en la capilla de la hacienda y fue católica. El padre que nos casó fue el mismo que me bautizó y me confirmó (amigo de la familia) así que la ceremonia fue muy sentida. El coro de niños que cantó fue el de nuestra academia Arcoiris Taller Artístico y estuvieron divinos. Todas las canciones que cantaron fueron canciones compuestas por mi papá, y el momento mágico fue cuando cantaron junto con el coro mis 2 hermanos una canción nueva que mi papá compuso exclusivamente para ese día.
Seguir leyendo »La recepción también salió tal cual la planeamos. Entramos con un baile que preparamos y yo le canté una canción sorpresa a mi esposo. Nuestra mesa de esposos la convertimos en una sala y ahí tomamos las fotos con los invitados, así que quedaron espectaculares. La comida estuvo deliciosa y el ponqué también.
Hicimos una "hora show" en donde varios de los invitados que eran artistas pasaron a cantar, incluso unos a actuar y fue muy lindo el momento. Terminamos esta hora con otro baile de nosotros (un baile lirico) ya sin el vestido de novia para poder bailar bien. Y finalmente llegó la fiesta en donde bailamos sin parar.
Este día fue tan especial que solo lo podemos resumir, en una palabra: ¡felicidad!
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