El matrimonio de Sandra Lili y Leidy Johanna en Guatapé, Antioquia
Al aire libre Verano Blanco
El 17/06/2023 18 1 0
S&L
17 Jun, 2023
La crónica de nuestro matrimonio
El pacto de amor que no se borrará de nuestras memorias.
-¡Sharik, se me borró lo que acabo de leerte! Ay y ya lo estaba pasando a la hoja-
-¿Cómo así tía? Me observó sorprendida mi sobrina de 8 años-
Ella, quien había sido mi fuente para recobrar la calma desde la noche anterior a nuestra llegada a la pequeña finca cafetera de la Casa Loma (lugar de la recepción), intentó ayudarme a recordar cada línea de las que le había leído.
-Pues yo sólo recuerdo 'Te veo''- me expresó con su sencilla inocencia y con la intención de apoyarme -
-Ah, y dijo algo de ser tormenta y luego arcoiris, y la ciencia o algo así…-
Con esa frase mágica, todo volvió a iluminarse, antes de retomar la hoja había recibido el beso y abrazo de mi amada, que con toda una chispa llegaba a recorrer y saludar a cada persona; luego el abrazo fuerte que me dio mi madrina Claudia, al yo con mi suspiro expresarle que algo me acongojaba…
-Cada nueva versión es perfecta- dijo mi madrina.
Seguir leyendo »Bajo los rayos del sol de las 10 a. m. 5 horas antes de la ceremonia, fluyeron las palabras, buscaba apurada entre las notas borrador del celular aquellas frases que me habían guiado, muchas seguro no las recordé tal cual, pero resultaron, y mi mayor voto de ese 17 de junio era verla.
4:15 p.m. Allí la vi, esperándome en el altar, habíamos acordado una llegada distinta, más esta era igual de perfecta. Una melodía de bullerengue me erizaba y sentí un levitar y una sonrisa de mi rostro que no podía borrar, mi corazón palpitaba rápidamente tal cual el tambor que tocaban las manos fuertes de la maestra en el escenario. Mi madre estaba temblando, no sabía si agarrarme la mano o permitir que me enganchara a ella.“Calma, todo está bien”-, contrario a como debía ser, siempre estuve en función de tranquilizarla a ella.
Mi amada al fondo, mis familiares y amigos a lado y lado. -Wow, cuántos kilómetros para estar aquí, con y por nosotras- susurraba en mi mente.
Luego de seis meses retadores en los que Lili y yo tomamos el timón de este barco, al fin llegábamos al puerto seguro, el día de oficializar y celebrar nuestra alianza. Un lazo dorado nos unió a las nueve historias de las personas que elegimos como padrinos y madrinas como símbolo de la fuente consejera y guía que encontraremos en ellas. Allí bajo el kiosko con la vista al embalse de Guatapé, el atardecer y al son de un bullerengue fijamos un pacto de amor, respaldado por nuestros ancestros y ancestras, quienes desde su fuerza masculina y femenina, y sus diferentes formas de ser y sentir dieron el permiso para seguir la marcha nupcial en medio de la lluvia de arroz que perduró en mis rizos por más de 3 días, señal de que la abundancia siempre será nuestra creación.
¿Fue memorable? Fue nuestro día y habita en nuestra memoria como el gran día de nuestro pacto de amor
Hoy se sella un compromiso,
La voluntad de estar unidas,
En el respeto y el amor,
De la mano con nuestro Dios.
Pararnos juntas enfrentando el mundo,
Cultivar la paciencia y comprensión,
Con la capacidad de perdonar y olvidar,
Y conservar el gozo en el corazón.
Una promesa de caminar juntas,
Entrelazando nuestros dedos,
Qué sólo Dios nos separe,
Para habitar en su lecho.
Es un pacto de amor,
Es un pacto de amor,
En la felicidad y en la adversidad es un acto de amor.
Es un pacto de amor,
Es un pacto de amor,
Es un acto de amor que va ligado de la mano de Dios.
Pacto de amor, bullerengue cantao’ compuesto por La Bullesón.
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