El matrimonio de Santiago y Maria Fernanda en Chía, Cundinamarca

La crónica de nuestro matrimonio

Fue el día perfecto. Me levanté a las 7 a.m. para bañarme y tener el cabello listo para el peinado y maquillaje. Me sentía muy nerviosa, ansiosa y emocionada. Cuando salí de la casa mi mamá me recogió en el carro decorado con unos arreglos blanco con rosa hermosos, lo único que me tenía un poco preocupada era la lluvia, desde que me levanté estaba lloviendo y no parecía que fuera a parar.

Llegué a la hacienda El Trebolito y ya se encontraban las maquilladoras de Sophysticated listas para el maquillaje y peinado, me encanta el maquillaje muy brillante, nada de maquillaje natural, pues era el día de mi boda y quería brillar como nadie más, y mi peinado era un semirecogido con ondas en del cabello. Además de una corona preciosa en rose gold, ya que me quería ver como princesa. Gracias a Simone, la dueña de Sophysticated, quedé hermosa y su equipo también maquilló a mi mamá, mi abuela y mi prima.

Mi esposo y yo no nos vimos ese día en toda la mañana y él se fue a recoger algunas cosas que queríamos en la fiesta como las donas para una pared de donas que queríamos y además haciéndose manicura. Sin embargo, ese día era fin de semana del día de la madre, entonces había mucho tráfico, por lo cual él estaba preocupado de no llegar a tiempo. Cuando ya eran las 3:30 p.m. las personas empezaron a llegar, yo estaba nerviosa, pero muy feliz. Ya me había puesto mi vestido lleno de brillantes y llegó la fotógrafa para tomar unas fotos antes de salir. En ese momento sucedió lo inesperado, eran las 4 p.m. y el padre no llegaba. Lo llamé y se le había olvidado que ese día era la boda, nos asustamos demasiado, pensamos que nos iba a tocar cancelar, pero el padre dijo que ya iba en camino... Llegó 2 horas después, es decir, a la 6 p.m., pero a pesar de la angustia y el estrés del momento, la tardanza permitió que escampara por fin y pudiera caminar hacia el altar sin lluvia, entonces entendí que nada iba a arruinar ese día. Llegadas la 6 p.m. iniciamos la ceremonia, todos los invitados estaban en la capilla y yo caminaba del brazo de mi papá con mi pajecita en frente y mis seis damas de honor que estaban hermosas con sus vestidos rose gold. Al mirar a la entrada vi a mi esposo del brazo de su mamá llorando y con un traje precioso color dorado que combinaba perfecto con mi vestido crema brillante, mis damas de honor se hicieron hacia los lados formando un camino para que pasáramos mi papá y yo. Mi papi estaba llorando y me entregó a mi esposo en la entrada de la capilla, así como la mamá de él me lo entregó. Yo estaba temblando y llorando de la emoción. Las canciones que pedimos para la entrada fueron: para la entrada de mi esposo All of me en instrumental y para la mía Veo. en ti la luz de Enredados. Después caminamos mi esposo y yo hacia el altar agarrados de la mano. La capilla estaba preciosa, con un tapete con pétalos, en la entrada un arco de flores y en el altar arreglos de flores, también con mi mamá meses antes hicimos unas palomas y corazones para colgarlos desde el techo en la iglesia. Toda la ceremonia fue hermosa. Después de la ceremonia salimos ya como esposo y esposa, nos tomaron unas fotos y pasamos a hacer un brindis en la fuente, el brindis lo hizo mi mamá y la mamá de mi esposo, además ahí se encontraba el ponqué y nosotros elegimos que el diseño fueran dos pingüinos porque así es como nos llamamos mi esposo y yo. Posteriormente, nos tomaron más fotos en toda la hacienda mientras los invitados comían pasabocas , postres y donas de la pared de donas.