El matrimonio de Santiago y Natalia en La Estrella, Antioquia
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S&N
20 Jul, 2019La crónica de nuestro matrimonio
Desperté muy temprano ese día, sábado 20 de julio. Mi esposo FE y yo decidimos dormir juntos la noche anterior, pues yo estaba muy emocional, unos días atrás me enteraría de que mi abuela materna tiene cáncer de pulmón con posible metástasis en el cerebro. Una noticia nada bonita, pero que nos ha unido muchísimo en familia. Y verla reír ese día, al lado de mi abuelo, y que me dieran las gracias por permitirles vivir ese momento, no imaginan lo que sentí...
Eran las 6 am y ya estaba despierta, quien me iba a cepillar el cabello sólo podía a las 6:30am, así que debía levantarme temprano. A las 7:30 ya tenía el cabello listo, me dispuse de nuevo a descansar otro poco ya que la ceremonia era a las 4:30pm, y quien me maquillaría y peinaría llegaba a las 12 del mediodía. Mi esposo FE despertó temprano, y a las 9 am desayunamos juntos, oramos, él se organizó y se fue, debía ir por el carro que nos prestaron y dejarlo en el restaurante ya que allí lo decorarían, y luego se vestiría en otro apartamento donde un buen amigo. También quiso sorprenderme con su traje.
Seguir leyendo »Se llegaron las 12 del día, llegó la chica del maquillaje, y con buena música rockera de fondo, y dos copas de vino, iniciamos con la misión. A las 3 pm me enteraba de que mi papá podría llegar tarde a la ceremonia pues había chocado con otro auto, y ahí se me bajó todo, y comencé a llorar. El maquillaje tocó retocarlo, me tomé una aromática, traté de calmarme, y calmar a mi mamá, que estaba 100% alterada con lo sucedido y con un genio sin Dios ni ley. Mi maquilladora fue persona clave en todo, nos calmó, siempre muy serena y tranquila, con todo el amor, me encantó su trabajo.
A las 3:30 pm estaba lista, a esa hora llegaron mi mamá, y mi hermana, también llegó la fotógrafa y me tomó varias fotos mientras me organizaba. El carro llegó por mí a las 4:20 pm, y al llegar a las afueras de la iglesia y bajarme, ahí estaba él, mi papá, sudoroso, nervioso, con los ojos cristalinos (se le aguaron las paletas, como dice Sara). Al verlo, ya imaginarán mi llanto de felicidad, nos abrazamos y comenzamos el protocolo de ingreso. Las pajecitas estaban hermosas con sus vestidos, sus coronas, una tenía en una canasta los anillos, la otra en una jaulita las arras. Al encontrar la calma en ese abrazo de mi padre, alcé la mirada y allí estaba, el hombre de mi vida, con los ojos aguados, y mirándome fijo con una sonrisa de oreja a oreja, esperándome en el altar.
La misa fue hermosa, el sermón no pudo ser mejor por parte del padre. Terminó a las 5:40 pm, y nos dirigimos al restaurante, quedaba a unos 500 metros de la iglesia, los invitados llegarían primero, y les recibirían con un coctel y pasabocas.
Nosotros nos dirigimos a una finca que quedaba en frente al restaurante para tomar varias fotos, aprovechando que el lugar era de locos. Luego llegamos a la recepción, vimos que había más personas de las confirmadas, ¡casi morimos! Pero no fue mayor problema la persona del restaurante solucionó pronto, y todos disfrutaron de la recepción, la comida, que estaba deliciosa, el restaurante estaba divino: la decoración, las flores, todo. El mejor regalo de bodas fue el de mi madre: ella le dio los pasajes a mi abuela paterna, y verla disfrutar de todo fue lo mejor, un regalo de Dios, la vida y mi mamá para semejante día inolvidable. Ella ya perdió su vista por un glaucoma, pero si ustedes la hubieran visto sonreír, es como si me hubiera visto con el vestido, y con todos los detalles, fue hermoso ese sentir.
Otro detalle divino fue ver a mis mejores amigas, unas venían desde Bogotá, y otra de San Andrés, ver que dispusieron de su tiempo para acompañarme, me hizo llorar a cántaros. ¡Fui demasiado feliz!
Todo finalizó a las 11pm, a esa hora nos dirigimos a nuestro apartamento, destapamos los regalos, leímos todas las cartas de felicitaciones, lloramos, dimos gracias a Dios, nos quedamos un rato hablando de todo, de lo rápido que pasó, y finalmente descansamos.
Al siguiente día nos levantamos temprano y nos fuimos a disfrutar de un día con spa para los dos, desayuno y almuerzo, mi hermana nos regaló un día de sol en el San Fernando Plaza, y fue lo más delicioso, y además oportuno.
Las fotos no tienen la mejor resolución, aun no nos las envían en digital individuales, (prometo mostrarles) las tomé de la hoja de contacto de las cuales seleccionamos las que quedarán en el book.
Amé nuestro GD, amé demasiado cada detalle, doy gracias al universo, Dios, la vida, por la familia que tengo, por los amigos, y por el hombre tan maravilloso que me acompañará de hoy en más, en este camino.
Agradezco a esta app, ya que, aunque no recurrimos a muchos proveedores de acá, nos fue de gran ayuda para el check list de las tareas, tener conocimiento de cómo y por dónde empezar.
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