El matrimonio de Sergio y Carolina en Chía, Cundinamarca

La crónica de nuestro matrimonio

Realmente fue un día muy único. Nunca sentí ese temor de estar haciendo lo incorrecto, como he escuchado en algunas novias, que sienten como ganas de arrepentirse. Nunca lo sentí. Lo que si tuve fue mucho stress, no pensé que una boda tuviera ese nivel de stress y eso que tenía todo el apoyo de mi organizadora.

Obvio, llegué tarde como la mayoría de las novias, pero qué le vamos a hacer, por lo menos un día que me esperen, ¿cierto?

Toda la organización estuvo genial, las flores del evento me encantaron, me encantó la lluvia que caía de vez en cuando (y eso que era un evento al aire libre), pero al contrario de muchos me sentía muy contenta por eso, porque la lluvia es sinónimo de bendición, florecer, de abundancia.

Saber que, a partir de ese día, mi amado y yo estaríamos juntos, bajo el mismo techo, compartiendo todo de nuestras vidas, me hizo sentir muy plena, feliz y muy amada.

Fue un día simplemente genial, lo volvería a hacer con la misma persona, esperemos a la renovación de votos.