El matrimonio de Sergio y María en Sogamoso, Boyacá

La crónica de nuestro matrimonio

Durante toda una semana llovió, así que lo esperado para ese día era lo mismo, de hecho en la predicción del clima decía lluvia parcial de 12 a 5 p.m., le pedimos tanto a Dios que nos ayudara con el clima que finalmente Dios respondió, fue mágico literalmente, el sol se ponía detrás nuestro y las pampas de la decoración soltaba su pelusita produciendo un efecto visual hermoso. Nadie se insoló, nadie se mojó, nadie sintió frío, fue perfecto. Pero como en toda boda pasan cosas, la decoración casi no está lista, el ponqué se cayó, mi mamá y damas tuvieron que alistarse a último minuto, pero lo que más nos importaba sucedió, que las personas pudieran ver nuestro corazón con transparencia en la ceremonia, donde serían testigos de nuestras promesas y compromisos no solo delante de ellos, sino delante del Dios al que amamos, a Jesús. En resumen fue más que perfecto, amamos ese gran día y agradecimos por los regalos que Dios nos dio y que nuestros amigos y familia también tuvieron con nosotros, no sentimos amados.