El matrimonio de Steven y Valentina en Florencia, Caquetá

La crónica de nuestro matrimonio

Nuestra boda era en la tarde, tipo campestre al aire libre. Todo el día el sol estuvo radiante, un día hermoso, se veía venir.

Mi esposo y yo contratamos alguien para que organizara todo (decoración y comida) pero yo quería que todo tuviese nuestro sello personal, así que entre recordatorios y detallitos extra estuvo la mañana para ambos. Un poco de estrés, incluso más cuando faltando dos horas para la ceremonia el cielo se puso oscuro y empezó un viento muy fuerte. Las sillas y algunas cosas se alcanzaron a mojar, mientras yo en la peluquería con los nervios de punta, igual que la persona que organizaba todo.

Al final hicimos cambios, porque llovió media hora no más, pero mi esposo, antes de yo llegar, ayudó a reorganizar todo como estaba planeado.

Por el covid habíamos solo familia. La tarde fue hermosa, muy fresca gracias al aguacero, como la habíamos soñado: entre risas y lágrimas de felicidad y con la bendición de Dios.