El matrimonio de Stiven y Maria Camila en Medellín, Antioquia

Sabía que fui la culpable de quedar como un camarón así que me relajé, me medí el vestido y salí inmediatamente para la farmacia a comprar leche de magnesio y penca de sábila.

Día martes, fui al súper a comprar una tintura que me ayudará a mejorar el color de mi cabello, no quise tampoco molestarme el cabello para que no se viera maltratado el día del matri; por una mala asesoría me tire en el cabello y por urgencia me toco ir a visitar a mi peluquero.

El día miércoles fui por mi vestido y quedo hermoso aún tenía la piel roja pero iba mejorando. El Jueves compré mi lencería para la gran noche, adicional a los converse que usamos para la fiesta y los costales en yute para los pétalos.

El viernes me sentía un poco nerviosa, durante el día estuve trabajando y a eso de las 6 pm me fui con mi chico a la peluquería a que nos arreglaran las uñas. Teníamos pensado salir a tomar algo en nuestra última noche como solteros pero salimos a las 10 pm de la peluquería así que no se pudo.

¡Se llegó el gran día!

El día sábado 29 de Octubre como efectivamente lo pronosticaba el clima amaneció lluvioso y sin signos de sol. Respiré profundo y me dije, "Hoy nada me va a estresar, que pase lo que tenga que pasar" desayune, empaque mis cosas para el gran día y me fui para el hotel a arreglarme.

Llegué a las 10:30 am y mi papá me estaba esperando en el hotel porque no le dieron permiso en su trabajo así que él se organizó en la misma habitación, mi mamá llegaba más tarde. Eran las 11:00 y mis planeadoras me ponían al tanto de mi decoración, los músicos, los meseros todo (aquí entre nos, contratar unas wedding planner es lo mejor que podemos hacer para no volvernos locas). Eran las 11;30 y me empezaba a dar un sustico porque ni mi maquilladora y ni mi mamá llegaban; Papá se estresaba y obviamente eso me lo trasmitía; como una ayudita decidí tomar un tranquilizante.

El día se comenzó a abrir, no había sol pero afortunadamente no estaba lloviendo, ahí me tranquilice porque sabía que ya no llovería mas. Llego mi maquilladora y así que me empecé a organizar, a los minutos llego mamá y la notaba muy triste (soy la primera hija que se casaba y obvio no es nada fácil) así que también le di un tranquilizante; papa también estaba al borde de los nervios y también le di su tranquilizante.

Se acercaba la hora y ya todo estaba listo, mi fotógrafo Jhonatan Hoyos (también contratado por esta app) tomó los mejores momentos cuando me organizaba, el carro ya estaba listo.

Salió un poco el sol y me emocione aún más, durante el recorrido a la iglesia la gente me miraba con curiosidad, unos me decías jocosamente que no me casara, otros me felicitaban y seguían su curso. Mi conductor que a la vez era mi padrino me mantenía informada a través de mi madrina que ya estaba en la iglesia los pormenores; la ceremonia era a las 3 pm y llegamos a las 3:05, la hora perfecta, mi papa me bajo del carro y junto con mi mama me preparaba para la entrada.

Unos días antes me fui a chismosear un matri en la misma iglesia apara mirar la decoración y lo vi bien salvo el tapete que no parecía rojo sino blanco del mugrero y lo viejo que estaba, me confié por la tía de mi chico que me había dicho que lo habían aspirado, pero cuando entre a la iglesia lo primero que dije fue: "que "#&/() tapete tan feo" jejeje lo sé pero ustedes saben que todo lo queremos perfecto! Llegué con mi chico que me dijo "estás hermosa". Comenzamos la ceremonia, nuestro padrino nos tenía un ritual de la rosa la cual me encanto. La ceremonia fue hermosa, salimos de la iglesia y todos se acercaron a felicitarnos.

Cuando llegamos al hotel, el cantante Oskar Rivera nos recibía con nuestra canción, él es nuestro amigo, lo conocimos en nuestra primera cita y desde ahí hicimos una gran amistad con él, sabíamos desde que tomamos la decisión que el seria quien nos cantara.

Vi la decoración, todo estaba hermoso: los centros de mesa, el candy bar, las luces todo! así me lo soñaba y más aún cuando vi ese sol esconderse en el occidente provocando el atardecer que tanto quería! era tanta mi emoción que no probé comida desde el desayuno. Mi papá hizo el brindis y nos dispusimos a tomarnos fotos y a comer.

Después de la cena, comenzó el baile, mi chico y yo decidimos no hacer ningún juego tradicional, el ramo se lo regale a mi hermana como acto simbólico. Se llegó la rumba y baile hasta quedar cansada. Como cierre que para mí fue lo más espectacular nuestro cantante nos hizo un homenaje y cerramos la noche nuevamente con nuestra canción al lado de un saxofonista.

Cuando llegamos a la habitación, nos tenían una botella de champagne y una decoración hermosa, lo demás ustedes saben al día siguiente desayunamos en el hotel y para el aeropuerto para el desierto de la Tatacoa para nuestra luna de miel.

Yo soy una de las que digo, si algo voy hacer que sea inolvidable y así fue, fue el mejor día de mi vida; hoy les escribo desde mi nuevo hogar feliz de comenzar esta nueva aventura con el hombre que amo.