El matrimonio de Stydwar y Erika en Bogotá, Bogotá DC
Rústicos Otoño Verde 2 profesionales
S&E
13 Jun, 2021La crónica de nuestro matrimonio
Día mágico y soñado. Mi matrimonio resultó ser espectacular, pasaron los días tan rápido...
El día jueves, antes de mi matrimonio, fuimos a la plaza de Paloquemao junto con mi tía y mis padres a conseguir nuestras flores y demás detalles para terminar la decoración. Conseguimos unas pampas preciosas, eucalipto, espigas y las gypsophilas, que tanto me ponían a pensar debido a que las habíamos cotizado en mi barrio con anterioridad, y todo estaba muy costoso, pero ese día conseguimos todo lo que buscábamos y no nos gastamos más de 200 mil pesos en flores. Eso nos alegró el día.
Seguidamente conseguimos 6 frascos de vidrio que nos hacían falta, y los frascos para la ceremonia de la arena. También fuimos a conseguir pólvora para show de luces en Productos Pirotécnicos El Vaquero, allí compramos nuestras bengalas de colores y unas tortas de luces para el final de la noche.
El viernes mi tía se dedicó a terminar los centros de mesa, todo el tema de flores, incluidos los boutonnieres para algunos de los hombres de la familia y unas pulseritas para las damas de honor. Mientras yo termino de hacer las letras para todos los letreros de madera que fabricamos con anterioridad.
Seguir leyendo »El tiempo no me daba y me hacían falta bastantes cositas para culminar con la decoración. Así llego el sábado y mi novio tenía la tarea de organizar el tema de una fotocabina para los recordatorios, y no había hecho nada, solo habíamos comprado papel fotográfico y algunos accesorios para fotografía. Ese sábado mi novio y mi mamá se dirigieron a la hacienda a llevar la mayoría de cositas de decoración, pero tardaron bastante y llegaron a la casa al finalizar la tarde, y yo ya me estaba angustiando por no tener lista la fotocabina.
Sin embargo, yo seguía con mis tareas para la boda, me faltaba estampar las batas de las damas, la de mi mamá y la mía, además de imprimir los nombres y listado de cada mesa. Fue un poco angustiante, pero al finalizar la noche lo logré. A eso de las 8 p.m. me llaman mis cuñadas (que fueron damas de honor) a mostrarme y decirme que el vestido les había quedado mal. Yo me estresé muchísimo y casi que me pongo a llorar, pero lograron solucionar con la modista como a las 11 p.m.
Mientras eso mi novio hacia las pruebas en el computador para el software, y todo le funcionó correctamente, otra dama de honor me hizo el favor de comprarme más accesorios en el Dollarcity, ya con eso me relajé y me fui a dormir sobre la medianoche con la idea que tenía que levantarme a las 6 a.m. No me dio tiempo de sentirme nerviosa, solo estaba preocupada porque quería que el tema de decoración saliera bien.
Llegó el gran día, mis padres se levantaron temprano, me dejaron dormir un poco más, y sobre las 7 a.m. me duché y salí a las 7:30 a.m. ¡ya estaba sobre el tiempo! Mi tía, que fue nuestra organizadora, llegó a las 8 a.m. a la hacienda, y mis damas se citaron con la maquilladora a eso de las 8 a.m., pero también llegaron tarde a su cita. Finalmente llegamos a la hacienda sobre las 9 a.m., mis damas ya se estaban maquillando y mi tía colocando la decoración en su lugar. Yo me acomodé en el cuarto principal y salí corriendo por la hacienda a indicarle a mi tía dónde quería todas las cosas. Todo estaba en orden, yo corría de un lado a otro para dar indicaciones. Los señores del alquiler de sillas y mesas se demoraron en llegar, y eso nos estaba retrasando, pero yo seguía como si nada... Llegaron por fin las mesas y sillas, en eso se demoraron bastante en llevar las sillas al lugar de la ceremonia, pero todo salió bien y mi tía logró decorar a tiempo...
Mientras eso nos dieron las 12 p.m. y la hora para recibimiento de los invitados era 1:30 p.m., y yo no estaba ni maquillada, aun con eso decidí que primero arreglaran a mi mamá. Mi novio llegó sobre el mediodía a organizar el tema de la fotocabina y explicarle el funcionamiento a un chico que contratamos para ello.
Ya estaban llegando varios invitados, familia del novio, y yo me senté a arreglarme a eso de la 1:10 p.m. Ixeliz, la maquilladora, lo hizo en tiempo récord y a las 2:30 p.m. yo ya estaba maquillada y peinada. Cuatro damas, que no se arreglarían en la hacienda, debían llegar al mediodía y llegaron a la 1:30 p.m.
Los invitados me escribían por WhatsApp que estaban retrasados porque había mucho tráfico a la salida de Bogotá, entonces no vi problema al correr mi hora de la ceremonia un poco, llegaron las 2:30 p.m., hora en la que había pensado estar ingresando a la ceremonia, y yo todavía estaba esperando al pastor y a que las damas se terminaran de arreglar.
Llegó un momento en el que llovió superduro, y eso sí me puso muy triste, porque si habíamos alquilado carpa como plan B, pero mi idea de recepción era al aire libre. Gracias a Dios fue una lluvia pasajera, también creo que las oraciones de mi tía y mi mamá funcionaron para que se despejara el cielo. Mientras eso, el fotógrafo tomó fotos a los invitados que habían llegado y a toda la decoración.
Nos tomamos muchas foticos con las damas y ya era la hora, así que nos entramos al cuarto cambiarnos super rápido. Entre todas nos ayudamos, fue de locos ese momento, pero muy divertido. Mientras una me abotonaba el vestido, yo le subía la cremallera a otra. Creo que por todas esas cositas nunca sentí nervios, siempre estuve acompañada de mis amigas, y eso me dio tranquilidad.
Llegó el momento, ya todas listas y cambiadas, foto por aquí y por allá, cuando aún estábamos saliendo de la casa de la hacienda escucho de lejos la canción del ingreso del novio (mi corazón encantado). En ese momento me dio angustia, ya que íbamos demoradas y todos los invitados nos estaban esperando... Empezamos nuestro recorrido, mis damas adelante y mis pajecitas, mi papá me agarro del codo para darme estabilidad mientras yo agarraba mi vestido para no pisarlo.
En ese momento se escuchó la canción de Hallelujah que mi prima interpretaría para mi entrada. Me sentía muy emocionada mientras caminaba a encontrarme con mi novio, fue maravilloso ese momento, mi novio me vio y le dieron ganas de llorar, pero se aguantó las lágrimas porque me vio muy sonriente y feliz. Entramos juntos, fue tan emotivo que veía a todos mis invitados llorar, yo estaba tan tranquila ¡como nunca! Lo juro, soy la persona más tímida y nerviosa del mundo, pero ese día me sentía muy feliz y relajada.
El pastor dio inicio a la ceremonia y todo estuvo muy lindo, cantamos alabanzas a Dios y, cuando llegó el momento de dar el “sí”, me acordé que había dejado mis votos en la habitación donde nos cambiamos. En ese momento sí me dio nervios, como fuera tuve que llamar a mi pajecita dos veces para que tratara de explicarle a la mamá que necesitaba que me los trajeran. Gracias a Dios mis amigas entendieron y me los trajeron... En el momento que los leí sentí ganas de llorar, pero me relajé y seguí leyendo con firmeza mientras muchos de mis invitados se reían y otros también lloraban por lo que escuchaban.
¡Dimos el “sí” por fin después de 11 años! Y nuestra salida fue muy bella, nos lanzaron las hojitas de eucalipto, otros aplaudían y nosotros salimos con nuestras véngalas de colores, y por eso las fotos quedaron espectaculares, el fotógrafo se lució.
Cada invitado nos saludó y empezamos la sesión de fotos, mientras los invitados comían pasabocas dulces y salados y participaban de la fotocabina, ¡que fue un hit!
Realizamos nuestro primer baile con la canción “Perfect” en versión español cantada por mi prima. Fue muy chistoso ese momento, porque bailar sobre pasto es algo incómodo y mi novio me pisaba el vestido, él sí estaba tímido porque todos nos estaban mirando, pero yo solo le decía que se relajara. Terminamos el baile como a la mitad de la canción, nos sentamos, empezaron las palabras y mi cuñado realizó el brindis. Sus palabras fueron tan bellas que nos hicieron llorar a todos.
Luego nos sirvieron la comida, en ese momento los del servicio sí se demoraron, pero, por lo demás, todo estuvo bien. A los invitados les gustó mucho el sabor, hubo un momento en el que nos tocó ir a la mesa de bebidas y empezamos a servir nosotros mismos algunas bebidas porque los meseros estaban en la cocina demoraditos, pero para nada nos sentimos mal. Fue divertido, ya que, mientras estuvimos allí, conversamos con muchos de los invitados y fue un momento ameno.
Llegó la hora del ramo, mi tía me pasó el ramo destinado para la rifa con las cintas y tijeras, cada soltera tomó un lado mientras giraban alrededor mío, fue divertido y diferente. Ya íbamos a finalizar, pero faltaba el ponqué, además de que estábamos corriendo porque teníamos que estar en el aeropuerto a las 8:40 p.m. y eran las 6:45 p.m.
Se vino la lluvia y todos los invitados tuvieron que correr a la carpa, lo malo es que no habíamos pensado en tener luz para esa zona, así que todos prendieron sus linternas. Pero igual en ese momento pasaron los meseros y les dieron pastel a los invitados. Decidimos avanzar y encender el show pirotécnico. Le había dado indicaciones a mi tío, pero por un mal manejo, una chispa salió a volar y rompió un vidrio de la hacienda y quemó dos cojines. Ese momento sí fue peligroso, pero gracias a Dios solo fueron daños materiales.
Así culminamos nuestro gran día, nos dirigimos cada uno para la habitación a cambiarnos y salir para el aeropuerto. Nos despedimos de la mayoría de invitados, ya íbamos sobre el tiempo, pero llegamos a abordar y todo salió superbién. Al final nuestros invitados estuvieron super contentos y los comentarios de la boda han sido super favorables.
Gracias por leerme hasta el final, fue un poco extenso, pero es que fueron tantas cosas que no podía dejar pasar detalles, y si en un futuro lo vuelvo a leer, deseo recordar cada momento...
Les deseo mucha suerte a los futuros esposos y no cometan mis errores. ¡Un abrazo!
Servicios y Profesionales del Matrimonio de Stydwar y Erika
Otros Proveedores
Otros matrimonios en Bogotá DC
Ver todas
El Retiro de San Juan
Museo El Chicó
Chalet Suizo Usaquén
Inspírate con estos matrimonios
11 comentarios
Deja tu comentario