El matrimonio de Tivaldo y Jennifer en Barranquilla, Atlántico
Al aire libre Verano Amarillo 3 profesionales
T&J
29 Dic, 2017La crónica de nuestro matrimonio
¡Empieza el mejor día de mi vida!, y de solo escribir la anterior frase, me comienzo a conmover.
El día inició muy temprano y con algunos detalles pendientes, a las 7:00 am, ya estaba mi futuro esposo en casa de mis padres, mi hermano había coordinado con un barbero para que motilara y arreglara la barba a un grupo de hombres, mientras llegaba el turno del novio, él y yo enviábamos la ubicación en las mesas a la wedding planner, colocábamos la cerradura al cofre de la lluvia de sobres, y organizábamos todo lo que él debía llevar al lugar de la ceremonia y recepción, al mismo tiempo que desayunábamos.
A las 10:00 am tenía que estar en el hotel para que la maquilladora iniciara su trabajo, salí con una hora de retraso, en compañía de mi mamá y la mamá de mi cuñada. Todo transcurría normal, excepto que mi hermana, quien se nos unió más tarde junto a mi cuñada, pidió mi almuerzo y este nunca llegó, así que me tocó conformarme con una galleta del mini bar. Por fin llegó mi turno, a eso de las 3:30, hora en que se suponía debía estar totalmente arreglada para iniciar las fotos con mis damas y mi mamá. A las 4:30 estaba listo mi maquillaje y peinado, y contrario a todo lo que creí, estaba muy tranquila, en cambio una de mis damas entraba en pánico por la hora. Cuando me ayudaban a poner mi vestido, llegó mi papá, mi abuela y uno de mis sobrinos, pajecito encargado de los anillos. Mi mamá había estado tranquila, pero al momento de las fotos se fue poniendo sentimental al igual que mi abuela, mi sobrino y mi papá solo me miraban un poco maravillados.
Seguir leyendo »¡Llegó la hora! Por fin estuve lista para salir del hotel, la ceremonia empezaría a las 4:40 pm, y ya eran las 5. Había estado tranquila, pero ya estando tan cerca de oficializar mi matrimonio ante Dios, los nervios tenían que tener algo de protagonismo, llevaba dos meses con gripa, así que cuándo iba en el carro no hacía más que toser. ¡Llegamos!, junto conmigo, pero en otros carros llegaron las damas, mi hermana, el esposo y otro sobrino, también pajecito, y 3 pajecitas más. No veía la hora de caminar al altar y la tos me tenía super mal, no podía parar, y me estaba desesperando, ya quería salir de todo eso.
Ubicaron a los pajecitos y a las damas e iniciaron su entrada, el recorrido era largo. Estaba acomodándome el vestido, y tosiendo todo lo que pudiera, para no toser en la ceremonia, y funcionó. Al escuchar la canción, “Hasta mi final”, de Il Divo, sabía que era mi turno, sentí mucho nervio, y al ver como se veía el lugar de la ceremonia, el altar, y divisar aun de lejos a mi amado, sentí ganas de llorar, era un sueño haciéndose realidad, todo se veía hermoso, era más de lo que había logrado imaginar. Cuando ya por fin estaba en la entrada para hacer mi ingreso, vi a mi novio, se veía muy lindo, me miraba muy tímidamente, y con algo de nervios. Todas las miradas estaban sobre mí, y escuchaba que algunos decían, se ve hermosa. Al momento de entregarme, mi papá le dio la mano al novio y la verdad no recuerdo que le decía, yo lo saludé de beso en la mejilla, y le miraba la cara a mi padre que estaba a punto llorar.
Mi futuro esposo y yo nos mirábamos frente a frente, la sonrisa en nuestros rostros testificaba la alegría que sentíamos, él se me acercó al oído y me dijo que me veía hermosa, me tomó de la mano e inició la ceremonia. El pastor decía cosas lindas y ciertas acerca del matrimonio, a veces graciosas, pero se extendió y los mosquitos hacían de la suya. En medio de la ceremonia, ya declarados esposo y esposa, hicimos el ritual de la arena, mientras la vertíamos cantaban “Prometo”, de Fonseca, luego nos presentaron como la familia Chávez Acuña, y siguieron con la canción, los nervios fueron desplazados por la enorme felicidad de sabernos casados.
Luego vinieron las fotos, pero ya estaba muy despeinada debido a los abrazos de felicitaciones. Tipo 7:00 pm, hicimos la entrada a la ceremonia con la canción “Tienes la magia”, de Lil Silvio y El Vega. Mi papá dirigió el brindis e inmediatamente después tuvimos el primer baile de esposos con la canción, “Afuera del planeta” de Manuel Medrano.
Empezó la fiesta. Al finalizar la primera tanda de la orquesta abrimos el buffet y aprovechamos para cambiarnos los zapatos, la cena estuvo deliciosa y fue armonizada por un excelente saxofonista. Luego de la segunda tanda se abrió un espacio para tirar el ramo y la liga, sección muy bien amenizada por el vocalista de la orquesta. Ya varios invitados estaban muy animados por la fiesta y el trago y se inició una hora loca, pero sin accesorios, todos, incluidos los niños bailamos y nos gozamos, en total fueron 4 tandas. Llegó uno de los momentos más esperando, el turno para el conjunto vallenato, no había ningún asistente que no amara este género musical, hicieron su entrada y seguidamente llamaron a mi esposo a tarima, me cantó “Me acompañó la suerte” de Diomedes Díaz, su presentación fue un espectáculo, nunca lo habíamos escuchado cantar tan genial, él es un muy buen intérprete, pero esa noche lo hizo como nunca antes, el más orgulloso era su papá… bueno y yo… sentía dolor de tanto sonreír, me sentía tan enamorada y afortunada por ese hombre.
Los invitados estuvieron felices, estaban encantados con el lugar, la decoración, la comida, los dulces, los mini fritos, la atención, el trago, el saxofón, la orquesta, el conjunto vallenato, todo fue perfecto. Sin duda alguna mi boda y mi esposo, fue más de lo que alguna vez soñé.
Gracias por leerme. Las últimas 6 fotos, no son oficiales.
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