El matrimonio de Wiston y Nathalia en Villavicencio, Meta

La crónica de nuestro matrimonio

Fue un día agitado, primeramente y, más para mí como mujer, estuve como quien dice por ahí, con los pelos de punta. Varias experiencias salieron durante día, desde el maquillador que nunca llegó y tocó usar el plan B para poder hacerlo. Luego del maquillaje, regresé a casa con el vestido que esperaba todo estuviera bien, sin embargo, algo salió mal con el can can y tuve que dejar esperando a mi pobre esposo más de lo que esperaba.

Los nervios, la ansiedad, que todo saliera "perfecto"… es el sueño más anhelado de toda mujer. Luego de recibir la bendición de mis padres y con lágrimas en mis ojos, me dispuse a ir al evento más importante de nuestras vidas, matrimonio.

Mi esposo cuando me vio entrando no sé qué cara puso porque no pude sostener la mirada de los nervios tan berracos que tenía en ese momento. Cuando por fin lo pude ver y me temblaba todo, hasta que él pudo, con fortaleza, tocar mis manos para que me tranquilizara. Sin embargo, los nervios me ganaron, tanto fue así que la flor que le coloqué a mi amado le enterré el alfiler...